La CCSS está autorizada a gastar un máximo de ¢2.070 millones en la compra de batas descartables de un solo uso, para el personal hospitalario encargado de atender a los pacientes con covid-19.
Se trata de otra adquisición de emergencia para la cual fue autorizada por la Contraloría General de la República, según informó esa entidad la mañana de este miércoles.
La solicitud se conoció desde el 13 de noviembre. En el documento, la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) informa de que en este momento no tiene de estos equipos "a despacho en el Área de Almacenamiento y Distribución, ya que son nuevos”.
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Asimismo, recuerda que desde marzo a la fecha se ha dado un incremento mensual de 1.835% en el uso de batas, debido al aumento de casos sospechosos y positivos con la enfermedad que produce el nuevo coronavirus. Se trata, agrega, de un insumo utilizado en escenarios de riesgo de contagio alto y moderado, por lo que no debe desabastecerse.
“Señala que mediante oficio No. DABS-AGM-12875-2020 del 05 de noviembre del 2020, la Sub-Área de Programación de Bienes y Servicios aclara que ante la urgencia de contar con implementos de protección para los funcionarios en primera línea de atención por la covid-19, este insumo inicialmente se adquirió en una sola talla”,
Aclara, también que es la primera vez que se adquieren insumos con estos códigos y que cuenta con el contenido económico para la adquisición.
La Contraloría autorizó la compra de emergencia con base en la Ley de Contratación Administrativa y el decreto que declaró emergencia nacional la atención de la pandemia, entre otras normas.
No obstante, recuerda a la Caja su deber de asegurar la “mejor oferta” sustentada “en parámetros técnicos y jurídicos que permitan que se disponga con los bienes que se adquieren, con la calidad requerida y de manera oportuna”. También debe darse un análisis de razonabilidad de precios.
La Caja ha enfrentado problemas en la adquisión de mascarillas, otro insumo clave de protección, pues se adjudicaron contratos a proveedores sin experiencia que incumplieron o cumplieron con atraso, y se han adquirido mascarillas y respiradores que no son de uso médico.
Esas compras ameritaron investigaciones de la Auditoría Interna e incluso de la Fiscalía.
En el caso de las batas, también se dieron quejas en el Hospital México por la distribución de batas que no era impermeables y que lo quedaban a una parte del personal.
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La Contraloría también le recuerda a la Caja, su debe de garantizar que las contrataciones cuenten con el debido control “todo en aras del mejor uso de los fondos públicos”.