Refinería generaría biodiésel a partir de microalgas

Empresario costarricense pretende instalar una planta en el país

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Las condiciones ambientales de Guanacaste, con ocho horas de luz solar al día en promedio y una temperatura de 30 °C, son ideales para la producción de microalgas, que generarían suficiente biodiésel como para mover la flota de vehículos de una empresa autobusera.

En eso coinciden el investigador brasileño Jorge Vieira y el empresario costarricense Édgar Badilla, quienes pretenden instalar en el país la primera planta de biodiésel, a partir de microalgas.

El proyecto se iniciaría con dos hectáreas (ha) –la meta a largo plazo es llegar a 15 ha– que producirían 2,4 millones de litros de biodiésel al año, lo suficiente para abastecer la demanda anual de una empresa de autobuses.

Por ello, Vieira y Badilla –apoyados por el movimiento cívico Vía Costarricense – presentaron su propuesta a transportistas con el fin de darles una opción para reducir su factura de petróleo.

Los empresarios autobuseros estudiaron la iniciativa y no descartan ponerla en vigencia.

“Lo único que hay que tener cuidado es que no sean vehículos muy viejos, inferiores a 1996, porque los hules pueden dañarse. Carros de tecnología más moderna no tienen problema”, destacó Badilla.

Biocombustible. Para crecer y reproducirse, las microalgas necesitan luz y dióxido de carbono (CO2) para hacer fotosíntesis.

En un ambiente cerrado y controlado, como un fotobiorreactor – una serie de tuberías usadas para el cultivo–, se puede potenciar el crecimiento de microalgas con ayuda de agua, CO 2 y nutrientes.

Según Vieira, en esas condiciones, se podrían recolectar en cuatro días. Después de cosecharlas, estas pasarían a un proceso de extracción de aceite, que equivale al 30% de su peso.

En la biorrefinería, este aceite es transformado en biodiésel. “La relación es uno a uno; es decir, un litro de aceite genera un litro de biodiésel”, explicó Badilla.

Asimismo, el proceso genera un sobrante que puede ser convertido en biopolímero para la fabricación de botellas y envases plásticos así como bolsas de basura, entre otros.

“Un plástico de petróleo tarda 500 años en degradarse mientras que este biopolímero se deteriora en cuatro meses”, dijo Vieira.

Esta tecnología funciona en Brasil y, según Vieira, es capaz de producir 1,2 millones de litros de aceite por hectárea al año.

Nacional. Con respecto al uso de biocombustibles a nivel nacional, el Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) evalúa la posibilidad y está a la espera de estudios para verificar que la producción a gran escala sea viable en lo tecnológico, ambiental y económico.

“Estamos pidiéndole a la Universidad de Costa Rica (UCR) que sean ellos los que analicen el potencial real de biocombustibles, incluido este de algas”, dijo el ministro de Ambiente, René Castro.