El excongresista Víctor Hugo Víquez rehusó referirse a las razones por las cuales no ha presentado al TSE la carta de renuncia a su candidatura a diputado por Heredia, en el PLN, a pesar de que hace ocho días anunció su dimisión en conferencia de prensa junto al candidato presidencial Antonio Álvarez Desanti.
Ese 26 de octubre, Víquez comunicó su decisión un día después de que este medio revelara que, en el 2013, él hizo una gestión en favor del polémico empresario Juan Carlos Bolaños ante la Comisión Nacional de Emergencias (CNE).
El caso, incluso, fue denunciado como un presunto tráfico de influencias por la Auditoría Interna de la CNE ante la Procuraduría de la Ética Pública (PEP). Sin embargo, la PEP desestimó el caso al considerar que el hecho no se consumó.
Hace dos días, ante una consulta de La Nación, Víquez alegó que no había acudido al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), a presentar su renuncia, porque sus abogados todavía estaban redactando la misiva.
"Despreocúpese, soy un hombre de palabra, por lo tanto, la voy a presentar cuando mis abogados me indiquen que ya está lista", respondió por mensaje de WhatsApp.
Este jueves, el TSE confirmó que el candidato no ha hecho ninguna gestión para dimitir a su candidatura.
Entonces, a las 6:12 p. m., ante una nueva consulta de este diario sobre el porqué de la situación, Víquez dijo que no se iba a referir al tema, pues este es un asunto que ya había conversado con Álvarez Desanti y que lo dicho se quedaba entre ellos dos. A continuación, el breve intercambio de preguntas con Víquez, vía telefónica:
-¿Por cuáles razones no ha presentando la renuncia al TSE?.
-No me quiero referir, sin ser grosero, sin ser patán... Ya lo conversé con el candidato, él ya sabe, es un asunto entre nosotros.
-¿Pero va a renunciar don Víctor?
-Es un asunto que voy a tratar con él, por fa, permítame... sin ser grosero, ni nada.
-¿Evalúa mantenerse (en la papeleta) don Víctor?
-No, no me quiero referir al asunto, respéteme eso.
Confían en su palabra
En las tiendas de la campaña del PLN, insisten en que la renuncia de Víquez continúa en firme.
"Víctor Hugo es un hombre de palabra, no tenemos dudas de que la presentará pronto", afirmó el jefe de campaña verdiblanco, el exministro de Comunicación Francisco Chacón.
Por su parte, el secretario general de Liberación, Fernando Zamora, aseguró que en el caso hipotético de que no renuncie a la candidatura, el partido deberá hacer un análisis previo para definir cómo actuara.
"El partido tendría que escuchar las razones y el descargo de por qué él se desdice o revoca su decisión. Será hasta ese momento que nosotros podremos determinar las consecuencias de la revocatoria", dijo Zamora.
El TSE confirmó que la renuncia es un hecho que solo pueden presentar el candidato y que, una vez presentada, lo que corresponde es reacomodar la papeleta respetando la paridad de género.
Los hechos
El día de la renuncia, Víquez reconoció que cometió un error y que debía afrontar las consecuencias.
Insistió en que era un hombre de palabra y que debía acatar el compromiso ético que firmó y que anduvo promoviendo, en el que se comprometió a renunciar de inmediato a su candidato o eventual designación, en caso de ser declarado como responsable de un acto de corrupción.
Con base en ese documento, es que la campaña de Antonio Álvarez confía en que el herediano oficialice su dimisión ante el TSE, a la brevedad posible.
Según la denuncia interpuesta ante la Procuraduría de la Ética, Bolaños le solicitó al entonces diputado del PLN que interviniera ante Rosales "con el propósito de que le diera atención al asunto de su interés".
Inicialmente, los días 14 y 15 de marzo de 2013, el dueño de la empresa JCB Alquiler de Maquinaria S. A., Juan Carlos Bolaños, envió una serie de mensajes de texto a Rosales desacreditando a otro oferente que participaba en el concurso y, al cual, al final, se le adjudicó el proyecto. Se trata de la empresa Rodio Swissboring S. A.
En uno de los mensajes, Bolaños le mencionó a la presidenta de la CNE que "Víquez" le dijo que ella no conocía de eso, pero que la información enviada era para que estuviera ubicada cuando le llegara el asunto.
Posteriormente, el 15 de marzo de 2013, el diputado Víctor Hugo Víquez envió mensajes de texto a Vanessa Rosales, a su celular institucional, comentándole las quejas de Bolaños.
Ante los mensajes de Víquez y Bolaños, Vanessa Rosales pidió a la Junta Directiva de la CNE permiso para abstenerse de participar en la adjudicación y, en su lugar, se designó al director ejecutivo de la institución, Álvaro Montero. Ella adujo que, a causa de los intercambios, se había enterado del contenido del expediente de manera anticipada.
Si bien la Procuraduría dio por ciertos los mensajes, la denuncia se desestimó porque no se consumó el hecho.