Vicecanciller de Nicaragua arma lobby en Costa Rica en favor del régimen de Ortega

El cabildeo ocurre dos días antes de iniciar un segundo intento de diálogo nacional entre el régimen y la oposición, para buscar una salida a la crisis sociopolítica que ha dejado un saldo de 325 muertos y cerca de 800 presos políticos en Nicaragua

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Iván Lara Palacios, uno de los vicecancilleres de Nicaragua, se encuentra en San José para cabildear en favor del régimen de Daniel Ortega frente a embajadores y jefes de misión acreditados en Costa Rica y que, a la vez, atienden asuntos diplomáticos de Managua.

El lobby ante una decena de representaciones diplomáticas ocurre dos días antes de que se inicie, en Managua, un segundo intento de diálogo nacional entre el régimen y parte de la oposición, a fin de buscar una salida a la crisis sociopolítica que ha dejado un saldo de 325 muertos y cerca de 800 presos políticos en Nicaragua.

Lara, quien es consejero político de la misión permanente de Nicaragua ante la Organización de Estados Americanos (OEA) con rango de vicecanciller, ingresó a suelo costarricense este domingo 24 de febrero, según confirmó Migración y Extranjería.

Para su ingreso, la Embajada de Nicaragua solicitó el salón diplomático del aeropuerto internacional Juan Santamaría.

Inicialmente, la embajada de Nicaragua en Costa Rica giró el viernes invitaciones a los embajadores concurrentes para participar en una actividad con el vicecanciller Lara a las 9 a. m. del lunes, en la sede de esa misión ubicada en Barrio La California, San José. La cancillería de Costa Rica desconocía del contenido de esa actividad.

La invitación oficial anunciaba la visita de Lara a Costa Rica con el “objetivo de sostener una reunión con los excelentísimos señores embajadores y jefes de misión concurrentes con Nicaragua para conversar sobre nuestras relaciones, su fortalecimiento y el futuro de fraternal cooperación y solidaridad entre nuestros pueblos y gobiernos”.

No obstante, la actividad no se realizó en la sede de la embajada de Nicaragua y, en cambio, un grupo de nicaragüenses, en su mayoría refugiados, protestó con la bandera de su país frente al recinto para rechazar la visita del vicecanciller y cuestionar el diálogo entre el gobierno y la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.

La Nación llamó al embajador de Nicaragua, Duilio Hernández, para confirmar si la actividad en la embajada se suspendió debido a la protesta.

Otra consulta era si Lara haría cabildeo individual visitando a cada una de las embajadas concurrentes, pero Hernández no respondió su celular.

Gérald López, médico nicaragüense refugiado e integrante de la agrupación Unidad por la República, explicó que la protesta frente a la Embajada de Nicaragua se debe a la presencia de Lara en Costa Rica.

"Hoy viene acá el vicecanciller. Él anda cabildeando o piensa cabildear queriendo expresar un mensaje al mundo de que en Nicaragua todo está normal y en Nicaragua no está normal nada”, explicó López.

El médico, responsable de la protesta de hoy, aseguró que los refugiados en Costa Rica rechazan el diálogo del miércoles, que contará con la participación de la Iglesia católica, por considerarlo amañado.

"No estamos de acuerdo con ese diálogo si no hay libertad de nuestros presos políticos, si no hay libertad de expresión, si no hay seguridad ciudadana, si no quitan a los paramilitares y si no hay inclusión de todos los sectores de Nicaragua”, añadió López.

La Alianza Cívica agrupa a empresarios, estudiantes y organismos de la sociedad civil, pero los exiliados no se sienten representados.

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El médico, originario de Estelí, norte de Nicaragua, insistió en que en su país no hay paz porque la Policía sigue encarcelando a jóvenes que participaron de las protestas iniciadas en el mes de abril de 2018.

Posible acercamiento

Durante un acto partidario de conmemoración por el 85 aniversario de la muerte del líder nacionalista Augusto Sandino, la noche del jueves en Managua, Ortega convocó a una “negociación” con la oposición que pide su renuncia para solucionar la extensa crisis política desatada por protestas.

El anuncio surge en medio de presiones internacionales que podrían desembocar en más sanciones de Estados Unidos a funcionarios de su gobierno y en las primeras de parte del Parlamento Europeo.

Además, el gobierno de Ortega afronta una aguda crisis financiera con un déficit de $315 millones, debido a la caída de un 4% en el PIB durante el 2018.

Para este año, el PIB nicaragüense puede caer en un 11% y por ahora Nicaragua no ha logrado encontrar fuentes de financiamiento, que casi siempre provenían de donaciones y créditos ante organismos internacionales.

Ortega manifestó el jueves que esta haciendo esfuerzos para "instalar la mesa para la negociación el próximo miércoles 27”, con representantes que la oposición determine.

Las pláticas serán para “abrir una nueva ruta de entendimiento, porque ya no podemos hablar de volver a la situación anterior (a las protestas). Esta es una etapa que se quemó; la quemaron con todo ese terror a partir de abril”, alegó Ortega.

Ese segundo intento se da luego del primer intento de diálogo iniciado en mayo, el cual fue suspendido por el gobierno en junio, tras emprender Ortega una acción combinada de la policía y paramilitares contra los bloqueos de calles y carreteras.

Los bloqueos fueron levantados para pedir la renuncia de Ortega, a quien la oposición califica de dictador.