Para el año 2019, el Gobierno gastará ¢1,1 billones en pagar las pensiones de lujo, lo que equivale a un 22% de los impuestos que aportan los contribuyentes.
¿Qué son las jubilaciones de lujo? Son todas aquellas cuyos beneficiarios no cotizaron lo suficiente para recibirlas y, por lo tanto, las termina pagando el Ministerio de Hacienda con tributos o con deuda pública. Por eso, se les llama pensiones con cargo al Presupuesto Nacional.
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Adicionalmente, estas jubilaciones tienen condiciones más ventajosas que las que otorga el régimen de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) de la CCSS, en cuanto a la edad para pensionarse y el monto que se recibe mensualmente.
Existen unas 65.000 pensiones de este tipo, algunas de las cuales alcanzan hasta los ¢12 millones.
Luis Paulino Mora, director nacional de Pensiones, explicó en setiembre que el Gobierno termina costeando con impuestos o deuda el 92% de estas jubilaciones, pues las cotizaciones solo alcanzan para cubrir el 8% de los ¢1,1 billones que demandan.
“Para mí, nosotros solo damos pensiones de lujo, porque si tomamos en cuenta que solo nos autofinanciamos en un 8%, eso significa que las cotizaciones que están dando no son suficientes para pagarlas. Entonces, aunque sean de ¢100.000, serían de lujo”, dijo Mora en una entrevista con La Nación.
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En el país, existen 3.800 pensiones superiores a los ¢2,5 millones mensuales, de las cuales unas 3.000 están dentro de estas 65.000 jubilaciones con cargo al Presupuesto Nacional.
2.300 provienen del régimen de Reparto del Magisterio Nacional y casi 700 tuvieron su origen en los 14 regímenes de Gobierno y Asamblea. El resto pertenece al régimen de jubilaciones del Poder Judicial.
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En algunos de estos regímenes, por ejemplo, era posible pensionarse a los 50 años con el 100% del promedio de los últimos mejores 24 salarios.
En el IVM, en cambio, hoy los trabajadores se pensionan con el 60% del promedio de los últimos 240 salarios y a los 65 años.
Más de 1.700 de las pensiones superiores a ¢2,5 millones están en manos de exfuncionarios de las universidades públicas.
Dentro de los ¢1,1 billones mensuales que cuestan las pensiones con cargo al Presupuesto, las que superan los ¢2,5 millones tienen un costo bruto anual de ¢146.000 millones y uno neto de casi ¢100.000 millones, tomando en cuenta las contribuciones solidarias que se les rebajan, las cotizaciones, el seguro de enfermedad y maternidad y el impuesto de renta.