Una carta arrugada para pedirle agua a Solís

Aída es de las “veteranas” como ella dice. Tiene 56 años y se fue al centro de Bagaces para tratar de acercarse al presidente Luis Guillermo Solís, quien ayer visitó el cantón, a fin de entregarle una carta arrugada en un fólder común.

San Bernardo tiene buena tierra, dice ella. Es agradecida con la lluvia y dadivosa en la cosecha. “Es buena, da papaya, chile, cebolla, pero no hay agua”, dijo.

Quesada le entregó la carta al gobernante, quien, con una sonrisa habitual de tanto compromiso, le dijo que analizaría su problema, junto a la lluvia de peticiones que ha recibido en Guanacaste.

La petición de Aída Quesada es que se intervenga el acueducto pequeñito y de malas tuberías que tiene su pueblo, el cual envía cada vez menos agua, para las bestias.

El ganado se está muriendo, literalmente y, para no perderlo, algunos optan por venderlo.

“Sí tenemos un acueducto propio, de finqueros, tenemos abrevaderos para las fincas y para el ganado, pero ahora tenemos el problema de que no está alcanzando el agua, no hay caudal”, sostiene Aída Quesada.

Con la promesa del mandatario, ella y su esposo se fueron de regreso para su casa, en la altura de San Bernardo. Diez minutos después, empezó a llover. Y el presidente, al micrófono, lo quiso tomar como un presagio de la solución que quieren los guanacastecos.

Tras empleo. Ayer, con la presencia de Solís, el Ministerio de Trabajo también firmó un convenio con la Municipalidad de Cañas para promover el acceso al empleo.

Víctor Morales, ministro de Trabajo, llamó a las autoridades locales a convertir la generación del trabajo en el tema principal de la agenda municipal. El director nacional de Empleo, Andrés Romero, dijo que con el convenio se facilitará el acceso a programas como Empléate y Pronae (obras comunales, ideas productivas).