Había una vez una clase política que tenía muy clara la ruta para “hacer carrera”, empezando por ser dirigente local para luego subir a un cargo municipal para escalar más y ser diputado y, por qué no, alcanzar un puesto alto en el gobierno.
Había una vez. Ya no es la regla. Los tiempos han cambiado y, ahora, en el 2015, al menos 18 aspirantes a alcaldías tienen en su currículo haber sido legislador de la República. Algunos lo fueron varias veces y, uno, incluso, presidió el Poder Legislativo (Luis Fernando Mendoza, aspirante en Cañas).
La creciente importancia de los gobiernos locales, las nuevas dinámicas políticas en el país y los salarios “nada despreciables” han motivado a esos exlegisladores a registrarse como aspirantes preliminares para los comicios municipales del próximo 7 de febrero del 2016.
Algunos de ellos ya habían sido alcaldes antes de su paso por el Congreso, pero otros van a una experiencia nueva. Otros lo son y quieren reelegirse, como Horacio Alvarado (Belén).
El Partido Liberación Nacional (PLN) es la agrupación que más exdiputados presenta como aspirantes a los cargos de alcaldes, con nueve de ellos, dos de los cuales incluso son rivales entre sí (Guido Granados y Óscar Alfaro, por San José).
También hay cuatro exlegisladores del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC) y otros cuatro del Movimiento Libertario, incluido el hermano de Otto Guevara (Peter, en Santa Ana).
Se suma uno solo del Partido Acción Ciudadana (PAC), Manrique Oviedo, en San Carlos, aunque él no apoyó al ahora presidente Luis Guillermo Solís para las elecciones del 2014.
Para los comicios del 2010, los excongresistas candidatos para alcaldías fueron 12, de los cuales solo cinco obtuvieron el cargo.
Imanes. Además del discurso conocido de exaltación de los gobiernos locales y de la cercanía con fuerzas comunales, los aspirantes consultados dicen que ahora las municipalidades han ganado relevancia y que estas elecciones son un termómetro para la competencia nacional.
Por eso, subrayan el valor de la experiencia adquirida en el Congreso como recurso útil para llevar al terreno local.
Este camino “invertido” de la política ya lo han recorrido otros en el pasado, como el actual ministro de Trabajo, Víctor Morales Mora, quien viene de ser alcalde de Aserrí, después de haber sido parlamentario y haber estado en un gabinete.
Otro que siguió ese camino es Luis Antonio Barrantes, diputado del Movimiento Libertario en el periodo 2006-2010 y ahora alcalde de Valverde Vega. Dice conocer bien las dos facetas y decidió que no buscará reelegirse en el puesto. Aunque reconoce que hay una satisfacción personal directa cuando se hacen obras, señala que la alcaldía tampoco es la hojuela llena de miel.
“No hay inmunidad, la responsabilidad es directa, hay una altísima expectativa popular y limitaciones financieras y legales”.
Aun así, las municipalidades siguen siendo atractivas, con fuerza mayor para exdiputados del PLN, que quedaron “disponibles” después de que las elecciones del 2014 dejaran al partido fuera del Gobierno.
En el PUSC más bien ocurre al revés. “Estamos yendo de menos a más y este proceso es la confirmación del crecimiento”, señaló Jorge Eduardo Sánchez, candidato rojiazul por San José.