A partir de ahora, el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) será más estricto con la entrega de cédulas de identidad a las personas que acuden constantemente a solicitar nuevos plásticos.
Si una persona pide más de una cédula por mes, o realiza más de tres solicitudes por año, la institución realizará una investigación para determinar si efectivamente el documento que porta en ese momento está deteriorado, perdido, fue hurtado o si el portador requiere modificar algún dato.
El Tribunal informó de que los funcionarios electorales deberán aplicar distintos procedimientos según la situación que describan los solicitantes que calcen con ese perfil, para evitar el desperdicio de recursos públicos por elaboración innecesaria de nuevas identificaciones.
La impresión de cada plástico representa un gasto de $5,33 (¢3.246) para el Estado.
Si el ciudadano afirma que necesita un nuevo plástico por deterioro, deberá mostrar el que porta. Si está en buen estado, quien lo atiende en ventanilla lo consignará así en el sistema y enviará el caso a investigación a la Sección de Análisis, donde se rechazará la petición si se comprueba que el documento no requiere cambio.
Quien haga la solicitud de una segunda cédula en un mes, o una cuarta dentro del mismo año, con el alegato de que la que tenía anteriormente le fue robada, tendrá que probar que presentó una denuncia ante el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) o que hizo el reporte ante algún policía. No se expedirán nuevas cédulas por robo de la anterior a quien no presente dichas constancias.
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En el caso de que alguien pida una nueva identificación por extravío de la anterior, deberá rendir una declaración ante la Sección de Análisis, en la que razonará su solicitud. A esas personas se les advertirá de que hay consecuencias legales sobre dicha declaración.
También habrá una investigación en la Sección de Análisis si la solicitud reiterada es por cambio de datos. Posterior a dicha gestión, se aprobará o rechazará el cambio de plástico. De este trámite se excluyen las solicitudes relativas a cambio de género e imagen autopercibida de las personas trans, pues el protocolo para dichos casos debe ser expedito, sin trámites adicionales.
Antes de la implementación de las nuevas reglas, el Tribunal estaba obligado a entregarle una nueva cédula a todas las personas que llegaran a solicitar un nuevo documento, aunque el que tuvieran siguiera vigente.
Así fue como en 2016 un hombre de 34 años había obtenido un total de 110 documentos de identificación, y otra persona de 59 años había solicitado 104.
El Tribunal alegó que implementó las nuevas reglas para resguardar los recursos estatales, debido a que el 70% de las solicitudes de cédula que recibe son por reposición.