La presidenta de la Asamblea Legislativa, la liberacionista Silvia Hernández, avisó este lunes a los jefes de fracción que planea tomar una medida para combatir las constantes rupturas de las sesiones legislativas.
Su idea es contabilizar, dentro del cuórum, a los diputados que estén en el cafetín ubicado contiguo al plenario, donde los legisladores suelen negociar. Además, se tomaría en cuenta a quienes salgan a los servicios sanitarios adjuntos al salón principal.
La verdiblanca está preparando el acuerdo con base en una decisión vieja de otra presidencia del Congreso, que permitía contar entre los presentes a los legisladores en el antiguo cafetín.
Desde que los congresistas se mudaron al nuevo plenario, en octubre pasado, se dieron cuenta de que el nuevo cafetín está un poco alejado del salón de sesiones de la Asamblea y eso implicaba problemas para determinar quiénes estaban allí.
Es más, con frecuencia en los siete meses que llevan los legisladores en la nueva edificación, las sesiones de plenario se han detenido constantemente, cuando los diputados salen a esa cafetería o a sus oficinas y se rompe el cuórum.
También, sucedía con frecuencia que la sesión continuaba durante ratos extensos y la presidencia solo se daba cuenta de que no había cuórum, al momento en que llegaba la hora de la votación.
Para ir al cafetín o a los inodoros, es preciso salir totalmente del salón del pleno, por el diseño del nuevo edificio.
El anterior jerarca legislativo, Eduardo Cruickshank, ordenó que no se contara a los ocupantes del cafetín en el cuórum. Eso causa constantes rupturas de sesión durante discursos, o incluso, a punto de realizar votaciones, debido a que no se alcanzan los 38 diputados necesarios para sesionar (dos tercios del total).
Eso sí, antes de aplicar la medida, sería necesario hacer algunos ajustes en las puertas y también colocar personal para atender los nuevos requerimientos.
El director ejecutivo del Congreso, Antonio Ayales, comentó vía telefónica que Hernández está analizando la decisión y que eso haría necesario poner un oficial de seguridad en una puerta adicional.
“Todavía no se está aplicando, porque también les falta agarradera a dos puertas. Eso lo estamos tramitando con la empresa administradora del edificio”, dijo.
En cuanto al acuerdo que le permitiría a la liberacionista aplicar esa orden, Ayales indicó que se trata de un acuerdo viejo, que aplicaba para el cafetín del viejo plenario.
Ayales destacó que sería una manera de tener gente con una mayor distancia entre sí, por medida sanitaria, y no romper el cuórum.
Luego de que Silvia Hernández les comentó la propuesta a los jefes de fracción, este lunes, reaccionaron la jefa del Partido Acción Ciudadana (PAC), Laura Guido, y el jefe de Restauración Nacional (PRN) y expresidente, Eduardo Cruickshank.
Guido manifestó que está de acuerdo con la medida, con la intención de que esta ayude a dar fluidez a la sesión del plenario.
“Es un sinsentido que el diseño no considerara un servicio sanitario como parte del salón. En la medida en que eso no se resuelva, resultan necesarias esas medidas”, indicó la oficialista.
Por su parte, Cruickshank dijo que respeta lo que propone el nuevo Directorio legislativo y comentó que es potestad de cada presidencia tomar las decisiones que considere pertinentes.
No obstante, el jefe del PRN dijo que no es una medida conveniente, porque le parece que “eso va a motivar a que una gran cantidad de diputados y diputadas se ausenten del plenario, entendido este como el espacio de votación”.
“Incluso, se corre el riesgo de que en algún momento haya tan pocos diputados en las curules que, cuando haya otros haciendo uso de la palabra, estén hablando para muy pocos. Eso no es elegante”, indicó Cruickshank.
Apuntó que el cafetín es “sumamente cómodo” y alegó que eso puede incentivar a que los diputados prefieran estar allí y solo entren al plenario para votar. “Ese no es el espíritu de estar presente en el plenario”, acotó.