Un proyecto de ley que recibió dictamen esta semana en la Comisión de Niñez, Juventud y Adolescencia pretende prohibir la venta de licor en los minisúper que se encuentren en zonas residenciales o cerca de escuelas, guarderías, iglesias, hospitales, clínicas, Ebáis o centros de atención para adultos mayores.
De acuerdo con el diputado Javier Cambronero, proponente de la iniciativa, el objetivo final es desincentivar el consumo de alcohol en los jóvenes mediante una reforma a la Ley de Regulación y Comercialización de Bebidas con Contenido Alcohólico.
La propuesta, como era de esperar, genera preocupación entre los comerciantes que advierten la posibilidad de cierres o del aumento de la ilegalidad.
Según Cambronero, legislador del Partido Acción Ciudadana, también intenta disminuir la ingestión de estas bebidas en la vía pública, pues es muy frecuente ver personas que compran licor en este tipo de negocios y los consumen en las aceras del mismo lugar.
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"Hemos visto una proliferación de minisúper cercanos a escuelas y colegios que hacen más accesible que los jóvenes tengan la posibilidad de ingerir licor en lugares cercanos y en horarios diurnos (...) Creemos en una regulación más estricta, en términos de que los minisúperes ubicados en 100 metros cercanos a centros educativos no se otorgue ese tipo de patente", expresó.
La otra modificación que propone la reforma consiste en aumentar la regulación en la publicidad de bebidas alcohólicas.
El texto sustitutivo establece que el Instituto sobre Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA), tendrá a su cargo la regulación y el control de todo tipo de publicidad comercial relacionada con la venta de licor.
En la ley vigente esta función le compete al Ministerio de Salud.
Alarma en el sector
Ana Teresa Vásquez, directora de la Cámara Nacional de Comerciantes Detallistas y Afines, considera que el proyecto "limita la actividad comercial de micro y pequeñas empresas".
"Le quita competitividad al negocio detallista, está generando una concentración comercial muy grande, los comerciantes van a perder una gran cantidad de clientes y muchos van a tener que cerrar, lo cual, en un país donde necesitamos empleo, nos parece sorprendente que se esté manejando un proyecto de esta naturaleza", afirmó Vásquez.
De acuerdo con la representante del sector, en el país hay más de 14.000 minisúper, de los cuales más del 70% poseen una licencia de venta de licor.
Para ella, de aprobarse el proyecto, también fomentaría la ilegalidad, pues los negocios detallistas cumplen con las restricciones de ley.
"Parte de los argumentos es que se consume licor en las aceras, pero con este proyecto no vamos a eliminar eso, porque en las grandes corporaciones de supermercados, el licor igual se vende y cualquiera puede ir a comprarlo.
“La ley ya tiene las herramientas para evitar esos problemas que pretende combatir este proyecto de ley, nosotros no podemos evitar que en vía pública alguien esté consumiendo, para eso está la legislación y la Policía Municipal, adicionalmente, el detallista no permite ese tipo de cosas porque le afecta la imagen y el desarrollo de su negocio", añadió.
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Vásquez adelantó que buscarán un acercamiento con los diputados para explicar todo lo que el proyecto conlleva y las consecuencias que, consideran, podría tener su aprobación.
Cambronero afirmó que están anuentes a escuchar al sector, aunque ya el plan tiene un buen ambiente, pues se aprobó por unanimidad en la comisión legislativa.