Primo de candidato: ‘Fabricio me hizo el comentario que esas donaciones en efectivo eran normales’

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Luis Alonso Naranjo, productor audiovisual y primo del excandidato presidencial de Restauración Nacional, Fabricio Alvarado, le relató al TSE que el político tenía conocimiento de que su campaña recibía dinero en efectivo para pagar a proveedores.

"En unas dos o tres ocasiones, cuando le hice la observación a Fabricio que por qué se había cancelado servicios de otras empresas con dineros en efectivo y a mí no, él me hizo el comentario que esas donaciones en efectivo eran normales y que en nuestro caso se estaba viendo directamente con el partido”, dijo Naranjo en su declaración en medio de la investigación por la supuesta existencia de una “estructura paralela” de financiamiento en Restauración Nacional.

El primo del entonces candidato se había convertido en proveedor de servicios de producción de la campaña; sin embargo, él denunció que nunca le pagaron y que el costo de sus servicios ascendió a ¢115,5 millones.

“Una vez que nuestro reclamo salió públicamente contra el señor (Carlos) Avendaño (presidente de Restauración) y, en respuesta, este denuncia la estructura paralela, perdemos contacto con Fabricio y no se comunica más con nosotros hasta la fecha”, declaró Luis Alonso Naranjo sobre su primo, el 25 de setiembre del 2018.

---

El productor agregó que observó en varias ocasiones al abogado Jonatán Picado, cercano colaborador de Alvarado, contando dinero en efectivo en la casa de campaña que estuvo ubicada en Sabana Norte, en San José.

“Por lo menos en tres ocasiones pude ver a Jonatán contando dinero en una mesa en la casa de campaña, pude ver cómo se realizaban pagos a funcionarios de la casa”, dice la declaración de Naranjo recogida en el expediente del caso, del cual La Nación tiene una copia.

Picado negó que participara en pagos en efectivo a proveedores y afirmó que las donaciones que él realizó fueron reportadas al Tribunal Supremo de Elecciones (TSE).

“Falso, de ninguna manera, nunca di plata para pagar un proveedor, nunca recibí dinero y yo lo que doné se reportó al partido y el partido lo reportó al TSE", afirmó Picado.

La Nación trató de consultar a Fabricio Alvarado sobre las declaraciones realizadas por su primo. Primero, pidió una hora de tiempo, pero luego no contestó a las múltiples llamadas realizadas a su celular. Tampoco respondió mensajes de WhatsApp.

Disputa por pago a Crescendo

El 26 de mayo de 2018, la empresa Crescendo Mercadeo y Publicidad, representada por Naranjo, denunció que Restauración Nacional se negaba a pagarle ¢115,5 millones por el trabajo que hizo en la campaña de Fabricio Alvarado.

En ese momento, el presidente y diputado de Restauración Nacional, Carlos Avendaño, afirmó que nunca hubo un contrato firmado con Crescendo, que no se cumplió con el protocolo que establece el TSE y que la campaña presidencial de Fabricio Alvarado se manejó mediante una “estructura paralela” de financiamiento.

En noviembre anterior, Naranjo llevó ante la Fiscalía General el caso y denunció a la cúpula de Restauración por los aparentes delitos de estafa y difusión no autorizada de su propiedad intelectual.

Naranjo pidió investigar a Avendaño, bajo el alegato de que Restauración habría utilizado, sin su consentimiento, 125 videos y varias producciones musicales suyas, durante la campaña presidencial de Fabricio Alvarado.

Bajo esa línea de argumentación además solicitó incluir en las pesquisas al secretario general, Miguel Ángel Quesada Niño; a la tesorera, Jessica Sequeira Muñoz; al vicepresidente, Rodolfo Sáenz Salas; a la subsecretaría general, María Odilia Calvo Bolaños; al subtesorero, Luis Diego Garro Sánchez; y al director ejecutivo, Juan Carlos Avendaño.

Por la supuesta violación a su propiedad intelectual, Naranjo pide ¢490 millones.