Este martes 16 de abril vence el plazo de 60 días que les otorgó el Gobierno de la República a los diplomáticos de Nicolás Maduro para que abandonen el país, en línea con el reconocimiento que dio Costa Rica a Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela.
Cumplido ese periodo, María Faría, la embajadora designada por Guaidó y reconocida por el Ejecutivo desde inicios de febrero, podrá tomar posesión de la Embajada de Venezuela, ubicada en Los Yoses.
Según informó la Cancillería el 15 de febrero, el procedimiento para la salida de los políticos del régimen venezolano se definió con fundamento en la Convención de Viena. La orden de salida se les giró a los ciudadanos Nabil Mora, Angélica Ramírez y Nelly de la Mata Ovalles.
Dichas personas responden a Maduro, a quien el gobierno costarricense desconoció como gobernante de Venezuela por considerar que renovó su mandato a través de un proceso electoral ilegítimo.
“Nuestra prioridad es el restablecimiento democrático en Venezuela. Tanto en el Grupo de Lima como en el Grupo de Contacto, nuestro trabajo va enfocado al restablecimiento de la democracia”, afirmó el presidente Carlos Alvarado, el miércoles, cuando se le consultó sobre la transición de las delegaciones diplomáticas de Maduro y Guaidó.
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El mandatario afirmó que la Cancillería maneja los detalles sobre la entrega del edificio de la Embajada de Venezuela a los representantes del presidente encargado suramericano.
La Nación consultó al Ministerio de Relaciones Exteriores si definió algún protocolo para la salida de los chavistas y el posterior ingreso de Faría al inmueble; no obstante, al cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.
Este medio también contactó a Faría y a su asistente, quien ofreció ayuda para obtener declaraciones de la embajadora. No obstante, pese a que se le volvió a buscar a la hora pactada, no respondió mensajes ni llamadas.
El 1.° de febrero, el Poder Ejecutivo reconoció a María Faría como representante diplomática de Venezuela en el país.
Veinte días después, la vocera de Guaidó se hizo acompañar de un equipo de asesores jurídicos y tomó las instalaciones de la Embajada de Venezuela en Costa Rica, ubicadas en Los Yoses, en San Pedro de Montes de Oca. Para ese momento, los diplomáticos de Maduro aun tenían posesión de dicho inmueble.
"Hemos venido a la Embajada para avanzar con el proceso de transición, que encabezan la Asamblea Nacional de Venezuela y el presidente Juan Guaidó para restituir el orden democrático. Eso pasa por garantizar el respeto a los derechos de nuestros connacionales fuera del territorio venezolano”, manifestó Faría ese día, en un comunicado de prensa.
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No obstante, para el gobierno, dicha acción lesionó “elementales normas diplomáticas de respeto y confianza en la comunidad internacional”.
La molestia del Ejecutivo fue manifestada por el presidente Carlos Alvarado.
"Extendimos la mano de buena fe y, tal vez, nos tomaron el codo, y eso no nos parece que esté bien”, afirmó el mandatario el 21 de febrero.
Ese mismo día, la presión del gobierno obligó a Faría a desalojar la Embajada, con el compromiso de respetar el plazo de 60 días impuesto por el gobierno.
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Según informó el canciller Manuel Ventura, quien le expresó a Faría la molestia del gobierno durante una reunión, la representante venezolana le manifiestó que estaba apenada y se disculpó con las autoridades costarricenses.