El Movimiento Libertario debió alcanzar un arreglo de pago con un acreedor para librar de un embargo judicial tanto a sus cuentas bancarias como el pago de deuda política que recibiría, este año, por su participación en las elecciones del 2 de febrero.
Apenas anteayer, la Tesorería Nacional fue informada del levantamiento del gravamen por parte del Juzgado Especializado de Cobro del Primer Circuito Judicial de San José.
Desde diciembre del 2012, el Poder Judicial había solicitado a la Tesorería que embargara cualquier pago que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) hiciera en favor del partido de Otto Guevara.
El gravamen también pesaba sobre las cuentas bancarias, confirmó el tesorero de la agrupación Carlos Herrera, quien recordó que el año pasado debieron operar, durante un tiempo, solo con cuentas del Banco Popular debido a que estas son inembargables.
El embargo obedece a una deuda que el Libertario contrajo con el empresario Carlos Manuel Aguilar Rodríguez en el 2010.
Aguilar dijo que prestó cerca de ¢50 millones al partido tanto para las elecciones nacionales como para las municipales de ese año y, que al final, la deuda alcanzó los ¢70 millones.
En agosto del 2013 mediante una auditoría externa, el TSE advirtió al grupo de Guevara el riesgo que corría por el período de atraso que tenía esa deuda y por el hecho de que el acreedor ya había interpuesto acciones judiciales.
El Poder Judicial confirmó que, el 31 de octubre del 2013, el Juzgado Especializado de Cobro conoció un contrato de transacción entre el partido y el acreedor, mediante el cual se ordenó el levantamiento de los embargos.
El expediente sigue en trámite a la espera de que la deuda se dé por saldada.
Consultado por este medio, Carlos Aguilar dijo que, desde el arreglo de pago, el Libertario ha cumplido con los pagos mensuales.
El tesorero del Partido, por su parte, afirmó que una de sus prioridades fue finiquitar ese asunto cuando asumió el cargo, en julio pasado.
"Cuando yo llego a la tesorería, lo que más me para el pelo es que las cuentas están embargadas. Hubo un período en que tuvimos que manejar cuentas del Banco Popular", comentó el exdiputado.
"Para mí era vital que las cuentas y el partido estuvieran en orden. Para enfrentar el proceso financiero que se avecinaba (por la campaña), no podía trabajar con cuentas tan poco ágiles como las del Popular", sostuvo Herrera.
Para alcanzar el arreglo de pago, añadió el tesorero, debieron hacer un pago inicial que se nutrió con el dinero que pagaron los interesados en concursar por una candidatura a diputado del Libertario. La inscripción más cara costaba ¢4 millones.