La Dirección de Combustibles del Minae le otorgó permisos a la constructora MECO, para instalar tanques de autoabastecimiento de combustibles en sus proyectos viales, pese a que las solicitudes carecían de requisitos básicos y hasta incurrían en contradicciones con datos que la empresa le reportó a otra dependencia del mismo ministerio.
En dos proyectos, por ejemplo, MECO le reportó a esa dirección que utilizaría tanques con capacidades de 38.000 y 15.000 litros de diésel. Sin embargo, ante la Secretaría Técnica Nacional Ambiental (Setena), también del Minae, la constructora indicó que estos tanques eran de solo 1.000 litros. Así lo hizo al tramitar los permisos de viabilidad ambiental, indispensables para obtener las autorizaciones de los tanques.
Si las capacidades son inferiores a 1.000 litros, la Setena exime a los desarrolladores de obtener un visto bueno del Servicio Nacional de Aguas Subterráneas, Riego y Avenamiento (Senara), entidad que, a su vez, exige un estudio profesional al respecto.
Los tanques de autoconsumo son dispositivos de almacenamiento que se colocan sobre la superficie, no de manera subterránea como los de las gasolineras. Pueden ser horizontales o verticales; generalmente, las constructoras los colocan en los sitios donde desarrollan proyectos, para no tener que recorrer largas distancias en busca de abastecerse.
Las licencias para operarlos son fundamentales para las constructoras, pues el Consejo Nacional de Vialidad (Conavi) los exige como requisito para otorgar contratos de obras viales. Las autorizaciones fueron emitidas por la Dirección General de Transporte y Comercialización de Combustibles (DGTCC) del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
En otros expedientes de MECO, también faltan datos como las fichas técnicas de fabricación y pruebas técnicas de integridad de los tanques.
Tanque de Nicoya
El 1.° de noviembre del 2018, MECO acudió a la Dirección de Combustibles del Minae a solicitar autorización para instalar cuatro tanques de autoconsumo en La Mansión, Nicoya.
Según un oficio enviado por Alejandro Bolaños Salazar, gerente comercial de MECO, se trataba de un tanque de 38.000 litros de diésel, uno de 68.000 litros de emulsión asfáltica y dos de asfalto, de 56.000 y 75.000 litros, respectivamente.
Los tanques tenían como objetivo proveer insumos para dos contratos viales adjudicados a MECO por el Conavi: el mantenimiento de la red vial nacional de la región Chorotega, estimado en ¢16.580 millones, y la rehabilitación del sistema de evacuación pluvial de la red vial nacional de Nicoya, por ¢3.740 millones.
El 16 de noviembre del 2018, el entonces ministro de Ambiente, Carlos Manuel Rodríguez, otorgó la licencia para el funcionamiento de los tanques por un plazo de tres años, luego de que la Dirección de Combustibles concluyera que estos cumplían con la legislación vigente, según un informe del ingeniero José Pablo Morales.
No obstante, ante la Setena, la constructora MECO reportó que el tanque de diésel de Nicoya era de 1.000 litros, en vez de los 38.000 litros que le reportó a la Dirección de Combustibles. Ante ese reporte, la Setena no exigió que el proyecto fuese revisado por el Senara, el cual pide como requisito un estudio hidrogeológico, el cual puede costar hasta $20.000.
En el 2017, una resolución de la Sala IV confirmó que, para el almacenamiento de combustibles, se requiere de ese aval del Senara.
Al solicitar la viabilidad ambiental para los tanques, en diciembre del 2017, MECO indicó: “El proyecto a desarrollar consiste en la instalación y operación de dos plantas portátiles de asfalto y concreto, donde las mismas ya vienen armadas y solo se instalan sobre una losa que se debe realizar. En ellas, se usa diésel para autoconsumo que no excede los 1.000 litros de capacidad”.
Consultada por este medio, MECO argumentó que, cuando pidió la viabilidad ambiental, previó un requerimiento máximo de 1.000 litros, pero luego la necesidad aumentó por el nivel de trabajo.
La constructora aseguró que, posteriormente, solicitó archivar el expediente porque la planta ya no se iba a utilizar más.
El 13 de mayo del 2019, seis meses después de haber recibido la licencia de la Dirección de Combustibles, MECO solicitó permiso al Senara para instalar dos tanques de diésel, uno de emulsión y uno asfalto.
Los números de serie de tres de esos cuatro tanques coinciden con los reportados ante la Dirección de Combustibles. Se trata del 555 (diésel), el C08-092 (emulsión) y el C02-076 (asfalto).
En ese caso, sí reportaron una capacidad de 38.000 litros para uno de los recipientes de diésel.
El Senara otorgó el visto bueno el 16 de setiembre del 2019, al concluir que el proyecto era de baja vulnerabilidad.
MECO argumentó que, en el momento de tramitar los permisos, no se les solicitaba como requisito el criterio de Senara. No obstante, el fallo de la Sala IV que exigió el punto de vista del Senara es del 2017.
Por otra parte, el decreto 30131-Minae, del 2002, establece que los operadores de tanques deben garantizar el estricto cumplimiento de las normas de seguridad UL-142 y UL-2085.
Para verificar este requisito, los interesados deben aportar una ficha técnica por cada tanque, con la identificación, la norma de fabricación, la capacidad, el fabricante y el número de serie, entre otros detalles.
En el caso del tanque de diésel, la ficha técnica no indica la norma de construcción.
En el caso del tanque de 56.000 litros de asfalto, la ficha señala que la norma de construcción es la UL-58, la cual se utiliza para tanques de almacenamiento subterráneos y no para los aéreos.
En cuanto al segundo tanque de asfalto, no existe ficha técnica en el expediente de la Dirección de Combustible.
MECO alega que en el Minae no le exigieron las fichas y que hubo un “error administrativo” cometido a la hora de realizar las fichas técnicas.
La Dirección de Combustibles no hizo observaciones al respecto, aunque sí se las hizo a otras constructoras viales como Also Frutales, a la cual le frenaron licencias por inconsistencias en las normas para garantizar la seguridad.
En el 2021, la DGTCC le señaló a Also Frutales la falta de fichas técnicas para los tanques, por lo que le solicitó adjuntar la información para obtener el permiso.
‘Caldo de cultivo para anomalías’
Diego Sojo, encargado de la Dirección de Combustibles, comentó que los permisos de MECO para operaciones en Nicoya, Aguas Zarcas, Guápiles y La Uruca no se otorgaron bajo su mandato, pero hoy estos expedientes están bajo investigación.
Alegó que el decreto 30131-Minae, el cual establecía los reglamentos con los que aprobaron los tanques de MECO, presentaban diversas inconsciencias.
“Una normativa como esa que teníamos es precisamente el caldo de cultivo perfecto para que se den situaciones anómalas; en realidad, es tan complicado que solo por los tiempos de respuesta ya puede haber una presión para tratar de acelerar, de alguna forma, este tipo de procedimientos.
“Y por eso es que yo entiendo que nosotros hemos estado cuestionados como Dirección de Combustibles durante muchos años, por este tipo de procedimientos. Porque en realidad, empezando por el decreto, no teníamos una claridad del procedimiento; qué requisitos sí se piden, qué requisitos no”, explicó.
Tanque de Aguas Zarcas
El módulo de autoconsumo que MECO instaló en Aguas Zarcas, San Carlos, constaba de tres tanques: uno para almacenar 38.000 litros de gasóleo, otro para 57.000 litros de asfalto y uno para 15.000 litros de diésel.
La solicitud para las licencias de los tanques se realizó, el 16 de marzo del 2017, por parte de Alejandro Bolaños, según el expediente TA-2-10-04-06 de la DGTCC.
Bolaños reportó que el proyecto consistía en la instalación de un tanque para gasóleo y otro para asfalto, pero no mencionó el de diésel ni aportó su ficha técnica.
El 21 de marzo del 2017, los funcionarios de la dirección del Minae inspeccionaron el sitio y, el 23 de marzo, recomendaron la aprobación de los tanques para gasóleo y asfalto.
En esa recomendación, se menciona por primera vez la existencia de un tanque de diésel con una capacidad de 15.000 litros y, al día siguiente, el Ministerio emitió la licencia para los tres almacenamientos, aunque la empresa no aportó la ficha técnica del de diésel.
No obstante, al tramitar la viabilidad ambiental del módulo de Aguas Zarcas en Setena, el 26 de agosto del 2016, MECO reportó que el tanque de diésel era de 1.000 litros, lo que de nuevo evitaba el visto bueno de Senara.
Sobre la diferencia entre los datos de la Dirección y los facilitados a Setena, MECO explicó que inicialmente ocupaban solo 1.000 litros de diésel, pero luego aumentó la necesidad de hidrocarburos; además señaló que esta planta nunca entró en funcionamiento.
Por su parte, consultado por La Nación, el Senara expuso que MECO tramitó un permiso para este módulo, pero el Servicios Nacional de Aguas no lo otorgó porque la empresa no subsanó los errores encontrados y, además, consideró que existía una alta vulnerabilidad para el manto acuífero de la zona.
Así consta en el expediente 0053-2019, abierto el 8 de abril del 2019, dos años después de la aprobación de la licencia de la Dirección de Combustibles.
Dos de los tanques registrados para Aguas Zarcas, el de diésel (555) y uno de asfalto (C02-076), un año después fueron presentados por MECO para los proyectos viales de Nicoya.
La empresa constructora argumentó que, al no utilizarse los tanques en la planta de Aguas Zarcas, se trasladaron a Nicoya.
Tanques Guápiles
La empresa MECO también posee una planta con tanques de autoconsumo en Guápiles, Limón, la cual opera desde hace casi dos décadas y por la que han pasado diversos módulos a lo largo de los años.
El 24 de febrero del 2020, Alejandro Bolaños Salazar presentó ante la Dirección de Combustibles una renovación de la licencia, indicando que un tanque almacenaría hasta 118.000 litros de asfalto y otro, 25.000 litros de gasóleo. Mientras que para el diésel se utilizarían tres tanques: uno de 11.300 litros, otro de 15.000 litros y un tercero de 21.000 litros.
Para este caso, la empresa sí adjuntó las fichas técnicas de cada tanque; asimismo, las normas de construcción corresponden con las indicadas en el decreto 30131- Minae.
Sin embargo, no se aportaron documentos relacionados con permisos de Setena ni Senara, pese a que se almacenaban cantidades de diésel superiores a los 1.000 litros.
Conforme corroboró La Nación, en folios anteriores a la renovación, la empresa MECO utilizó dos permisos ambientales que le había otorgado Setena en enero del 2000 y en noviembre de 2004.
El permiso del 2000 se refiere a una viabilidad ambiental para la extracción de materiales en el río Chirripó.
Mientras que la autorización del 2004 se trata de un proyecto denominado Planta de Asfalto Portátil.
Estos dos documentos son los únicos presentados por MECO ante la Dirección de Combustibles en los tres tomos del expediente de la Planta de Guápiles; en ninguno de ellos, se habla sobre la incorporación de nuevos tanques de autoconsumo.
Ante Setena, el último documento presentado por MECO para el plantel donde están los módulos de Guápiles corresponde a una solicitud de viabilidad ambiental para una planta de trituración, la cual se solicitó el 10 de enero del 2017 y fue rechazada el 21 de diciembre del mismo año.
Según el expediente de la Setena, la constructora buscó un permiso ambiental para un quebrador y plantas de apilamiento. Aparte de que no se mencionaba nada de tanques de almacenamiento, la viabilidad fue denegada por incumplimiento de requisitos.
Respecto al trámite en Senara, esa institución indicó que no encontró ningún permiso o solicitud de criterio con la misma propiedad.
La respuesta de MECO sobre la falta del criterio de Senara señala que ese requisito no fue solicitado por la Dirección de Combustibles y, como no se les advirtió, no se tramitó.
Tanques de La Uruca
Dentro de las licencias que la Dirección de Combustibles otorgó a MECO, también aparece una para tanques de autoconsumo en la Uruca, San José.
Las licencias fueron otorgadas el 9 de enero del 2015.
El 20 de febrero del 2020, la constructora se apersonó a solicitar una renovación del permiso.
MECO presentó un tanque de diésel de 2.530 litros, otro de 30.000 litros de asfalto, un tanque de 10.000 litros de gasóleo y un recipiente de emulsión de 17.000 litros.
Ante esa solicitud, la Dirección de Combustibles le indicó a la constructora que debía aportar las fichas técnicas de los tanques, pues desde el 2015 la empresa aseguró que las enviaría, pero no lo hizo.
“Las fichas técnicas de los tanques de diésel, asfalto y gasóleo no han sido aportadas al expediente y desde abril del 2015, el usuario indicó que las aportaría en 22 días”, señaló el órgano.
Además, la Dirección encontró que no existían pruebas de integridad mecánica de los tanques, las cuales certifican el buen funcionamiento de los mismos. Sobre este punto MECO se comprometió a complementar la información.
“Se decidió efectuar pruebas de integridad mecánica a los tanques para reafirmar el correcto funcionamiento de estos y su cumplimiento con el Decreto 30131 Minae”, respondió la constructora, solicitando 20 días para entregarlas.
No obstante, pasaron los días y no entregaron. En agosto de este año, esas pruebas no se encontraban dentro del expediente.
Además, la Dirección no advirtió la inexistencia de la viabilidad ambiental por parte de la Setena, ni estudios de Senara.
La constructora indicó que estos permisos no fueron aportados porque la oficina de Combustibles no se los pidió.
Senara no encontró documentos relacionados con estos tanques. Con respecto a la viabilidad ambiental, Setena indicó que en el sector de la Uruca solamente existía el expediente D1-11301-13, abierto el 4 de setiembre del 2013, el cual fue archivado por falta de requisitos en marzo del 2014.
Se trataba de una planta portátil para la producción de concreto premezclado en un área de 500 metros cuadrados.