El candidato del Partido Acción Ciudadana (PAC), Luis Guillermo Solís, arrancó su jornada con pinto, pejibayes y misa en el día que defenirá al nuevo presidente de la República.
Solís recibió esta mañana, a las 6:06 a.m., a la prensa en su casa de habitación, en el condominio Villas de Escalante, en San José.
Allí, junto a su pareja Mercedes y su hija Mónica, desayunó pinto con tocino, pejibayes y café.
Luego salió hacia la catedral metropolitana, donde lo acompañó el presidente de Alianza Patriótica, Jorge Araya Westover.
En la misa, el obispo José Rafael Quirós basó su sermón en el pasaje de Lázaro, el resucitado.
En un momento de la misa solemne, Solís dejó asomar algunas lágrimas. Sacó un pañuelo rojo del pantalón y se enjugó. A la salida diría que sucedió por lo emotivo del día.
Sobre la historia de Lázaro, el clérigo hizo un llamado a “salir del sepulcro”. En su metáfora, apeló por permitir la gobernabilidad y reducir la pobreza, fortalecer la libertad religiosa y la unidad nacional.
Dos bancas atrás estaba el candidato a la vicepresidencia por el Partido Liberación Nacional (PLN), Jorge Pattoni.
Un día antes, el candidato del PLN, Johnny Araya había dicho que no iba a asistir a la ceremonia.