La última denuncia por violación a la seguridad electoral data de 1953.
Se produjo tras el hallazgo de papeletas previamente marcadas a favor del Partido Liberación Nacional (PLN), después de que se accidentara el vehículo rural que las transportaba.
De acuerdo con Iván Molina, historiador y catedrático de la Universidad de Costa Rica (UCR), los hechos ocurrieron antes de las elecciones, cuyos candidatos eran José Figueres Ferrer, del PLN, y Fernando Castro, del Partido Demócrata.
Aunque nunca se investigó a fondo el asunto, en criterio del historiador eso no influyó en el resultado final de la elección, que ganó Figueres Ferrer.
Aquel fue el único caso conocido por vulneración de material electoral, como el denunciado ayer por el TSE.
Con Molina coincide el exdiputado y también historiador, Vladimir de la Cruz, para quien la extracción previa del material electoral podía servir para que un votante introdujera papeletas marcadas en la urna, a cambio de un precio.
“Eso se produjo en casi todas las elecciones previas a 1949. Después de esa fecha, es muy difícil que eso pase”, dijo.
Los reclamos, por supuestos fraudes ocurridos después de 1953, estuvieron más relacionados con los resultados ajustados de los comicios.
“Después de 1948 se presentaron acusaciones de nulidad en las elecciones de las décadas de los 50 y los 60 , que se intensificaron en 1966 cuando la diferencia de votos entre Daniel Oduber y José Joaquín Trejos fue muy escasa”, explicó Molina.
Lo mismo se presentó en el 2006 cuando se enfrentaron Óscar Arias, del PLN, y Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC).
No obstante, como dice de la Cruz, para entonces ya era muy difícil que ocurriera un fraude en los comicios, pues el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) contaba con auxiliares electores que actuaban como miembros de mesa.