Parecía terreno árido. En una sala donde se congregaron unos 50 dirigentes sindicales, el candidato presidencial liberacionista, Johnny Araya, insistió ayer en la necesidad de promulgar una ley de empleo público para contener el gasto.
La iniciativa forma parte del paquete de medidas planteadas por el aspirante presidencial para combatir el creciente déficit fiscal.
“Quiero dejar una inquietud, porque no se vale que uno diga una cosa a los sectores empresariales y otra a los sindicatos, el discurso tiene que ser el mismo.
”Creo que el país debe discutir una ley de empleo público, pero no con un proyecto preelaborado, sino que partamos de cero”, dijo Araya en tono vehemente en la sede del
Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC), en Lourdes de Montes de Oca.
El verdiblanco, quien el 6 de abril irá a una segunda ronda con Luis Guillermo Solís, de Acción Ciudadana, explicó que el tema de las remuneraciones debe ser discutido, pero sin amenazar los derechos adquiridos por los trabajadores. De acuerdo con Araya, la nueva normativa deberá aplicarse a los nuevos servidores públicos.
“Tenemos que ver, con sensatez y responsabilidad, cómo podemos negociar hacia futuro los pluses salariales, el pago de la cesantía y el régimen de pensiones, para darle sostenibilidad al gasto público”, sostuvo el líder liberacionista.
Las palabras del candidato no sonaron como melodía entre la dirigencia sindical, que se opone a un cambio en la legislación por temor a perder los beneficios existentes.
“Tenemos algunas diferencias con don Johnny Araya, pero no tanto en el qué, sino en el cómo”, dijo Marvin Rodríguez, secretario general del SEC.
Uno de los puntos de discrepancia es el de crear un nuevo marco normativo para el empleo público.
“Lo que se ha venido manejando en el ambiente es que es una ley para quitar derechos a los trabajadores, y jamás vamos a estar de acuerdo (...) En eso, posiblemente, vamos a tener diferencias de fondo con don Johnny”, agregó Rodríguez.
El sindicalista dijo que sí coincide en el planteamiento de Araya de que debe hacerse un ajuste en el modelo económico del país, con el fin de atacar la pobreza y reducir la brecha entre ricos pobres.