Cinco diputados abandonaron anoche, a la carrera, la Comisión de Hacendarios de la Asamblea Legislativa para frenar el dictamen del proyecto de Ley de Presupuesto Nacional 2017, luego de un inesperado resultado en la votación.
Por casi tres horas, los 11 miembros de ese foro legislativo estuvieron discutiendo las 40 mociones que restaban para el trámite del plan de gastos del Gobierno, pero a la hora de la votación del dictamen, solo había diez legisladores.
Mario Redondo, legislador de la Alianza Demócrata Cristiana (ADC) y voto fundamental para cimentar los recortes por casi ¢48.000 millones al Patronato Nacional de la Infancia (PANI), aplicados con varias mociones, ya no estaba en el salón.
Aun así, la presidenta de Hacendarios, Rosibel Ramos, del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), puso a votación el dictamen y el resultado de cinco congresistas a favor y cinco en contra fue tan inesperado que ella, su compañero William Alvarado y tres liberacionistas, se levantaron y rompieron el cuórum necesario para seguir la sesión.
“Venga Paulina (Ramírez, del Partido Liberación Nacional), venga, no tienen cuórum”, decía Ramos desde la puerta de la Comisión de Hacendarios.
Al romperse el cuórum, tuvo que tomar la batuta de presidente temporal el oficialista Víctor Morales Zapata. Pasó lista y determinó que con cinco presentes no se podía continuar la sesión.
Morales, junto con Henry Mora, también del Partido Acción Ciudadana (PAC), José Ramírez y Francisco Camacho, del Frente Amplio, y el libertario Otto Guevara, fueron los votos en contra del Presupuesto recortado.
En vilo. Antes del bochornoso incidente, con huida incluida, se habían aprobado cuatro mociones para desviar ¢40.000 millones del PANI al Ministerio de Seguridad (¢25.000 millones), al Organismo de Investigación Judicial (¢5.000 millones), Ministerio Público (¢5.000 millones) y Ministerio de Justicia (¢5.000 millones).
Sobre los restantes ¢7.831 millones, se decidió que se rebajarían de la emisión de deuda, al igual que ¢3.716 millones recortados al Tribunal Supremo de Elecciones, en la partida de contribución electoral a los partidos.
También se aprobó quitar del Presupuesto 2017, ¢11.000 millones, entre viáticos, viajes, publicidad, papelería y otros, a varios ministerios de Gobierno.
El diputado Ramírez criticó fuertemente “quitarle dinero a la niñez” para financiar a los policías, mientras que la alianza opositora defendió su plan, aunque finalmente no cristalizó. Esta noche continuará la discusión.