Años atrás, la misa del 1.° de mayo, Día del Trabajador, convocaba a mandatarios, ministros y otras autoridades en la catedral metropolitana. En la actualidad, la realidad es otra. Este 1.° de mayo fueron escasas las autoridades que acudieron a la celebración religiosa. Entre las pocas caras conocidas presentes estaban Catalina Crespo, defensora de los Habitantes, y Hernán Solano, exministro de Deportes del gobierno de Carlos Alvarado.Fueron muchas las bancas vacías.
La única representación del Poder Ejecutivo fue Rodolfo Solano, ministro de Relaciones Exteriores y Culto.
En su homilía, José Rafael Quirós, arzobispo de la arquidiócesis de San José, pidió al nuevo gobierno que vele por la niñez, en especial la que vive en condición de pobreza. También solicitó combatir las desigualdades que sufren las mujeres, mejorar la educación pública, apoyar a los agricultores y al personal sanitario que aún se enfrenta a la pandemia.
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“La tarea tenemos que sacarla juntos al estilo de los apóstoles, ellos atendieron a la voz del Señor y lograron, entre todos, una pesca abundante porque aisladamente no se puede y no se podrá. Mucho menos cuando se da espacio al individualismo, que siempre es destructivo”, expresó el arzobispo desde el púlpito, mientras en las afueras de la iglesia sonaba fuerte Señor Cobranza, canción de protesta política del grupo argentino Bersuit Vergarabat.
Quirós enfatizó en la importancia de establecer, como sociedad, mecanismos de diálogo que involucren a todos los actores sociales.
Lenín Hernández, secretario general del Sindicato Nacional de Enfermería y Afines, participó de la misa. Pese a la baja asistencia de fieles y autoridades, el dirigente resaltó la importancia de la celebración.
Además, consideró que la Iglesia católica no ha perdido influencia en sociedad costarricense.
“No creo que haya perdido influencia la Iglesia católica, también hay que recordar que estamos próximos al traspaso de poderes y, además, toda la actividad en la Asamblea Legislativa le roba atención a los eventos propios del Día del Trabajador”, comentó Hernández.
Álvaro Jenkins, presidente de la Unión Costarricense de Cámaras y Asociaciones del Sector Empresarial Privado (Uccaep), también descartó que la Iglesia católica esté perdiendo espacio e influencia política en el país.
“Yo no creo que haya perdido influencia, yo creo que mucho de esto tiene que ver con la forma de ser del Poder Ejecutivo, del presidente de la República y de sus creencias, pero creo que la Iglesia católica sigue siendo hoy una fuerza importante”, dijo Jenkins.