El Gobierno emitió una directriz en la que autoriza horarios escalonados o flexibles para los funcionarios públicos durante la semana de entrada a clases, del lunes 6 al viernes 10 de febrero.
Según la directriz, los servidores podrán acordar con sus jefes la hora de entrada al trabajo, entre estas tres opciones: 8 a. m., 8:30 a. m. o 9 a. m. Esto no implica una disminución de la jornada laboral, sino un cambio en el horario.
Además, el documento publicado en La Gaceta habilita la posibilidad de que los funcionarios en puestos teletrabajables se acojan a esa modalidad.
La solicitud para acogerse a esta directriz debe presentarse por escrito al superior inmediato.
“Debe entenderse por ‘horario flexible o escalonado’, la alternativa de elegir el horario de entrada y salida del centro de trabajo dentro de los límites establecidos en esta directriz, sin que implique una disminución ni ampliación de la jornada de trabajo ordinaria de la persona funcionaria, ni interrupción alguna del servicio público que se presta”, señala la resolución.
La directriz está firmada por los jerarcas de los ministerios de Trabajo, Educación, Obras Públicas y Planificación.
El Gobierno, además, instó a las instituciones descentralizadas y al sector privado a establecer la posibilidad de acogerse a la directriz.
De acuerdo con el documento, el propósito de la medida es lograr un “exitoso, seguro y ordenado” ingreso a clases, con un menor impacto vial que es causado por la cantidad de familiares que se movilizan a acompañar a los estudiantes, en especial la primera semana.
Casi 1,2 millones de estudiantes iniciarán su curso lectivo este año en más de 5.000 centros educativos.
La flexibilidad no aplica para policías, personal de centros médicos o de atención de emergencia; tampoco es para funcionarios del Ministerio de Educación (MEP) ni para oficinas en las que las jefaturas consideren que el servicio que prestan pueda verse interrumpido por la aplicación del horario flexible.