El Gobierno les presentará a los diputados, este martes 5 de enero, el plan de ajuste fiscal que le planteará, la próxima semana, al Fondo Monetario Internacional (FMI).
La ministra de la Presidencia, Geannina Dinarte, convocó a los jefes de las fracciones legislativas a una reunión en Zapote, en la que además participaría el presidente de la República, Carlos Alvarado.
Así lo confirmó este lunes la subjefa de bancada del Partido Liberación Nacional (PLN), Karine Niño, quien adelantó que acompañará a la cita al jefe de la fracción verdiblanca, Luis Fernando Chacón.
“En mi caso concreto, como subjefa de fracción, recibí la llamada de la ministra el día domingo (3 de enero) por la tarde, donde me indicó que se programó esa reunión para el martes a las 3 p. m., con el fin de presentarnos la propuesta que quieren llevar con las negociación con el FMI”, dijo Niño.
“Yo asistiré junto con el jefe de fracción, quien, además, comunicó este lunes del encuentro a los diputados de la bancada”, agregó.
A mediados del mes de diciembre, el ministro de Hacienda, Elian Villegas, comunicó que el país se sentaría a negociar una propuesta de ajuste con el FMI para equilibrar las finanzas públicas, a cambio de obtener un financiamiento de $1.750 millones con ese organismo.
En una carta enviado a los diputados, además, el jerarca adelantó que el plan contendría medidas equivalentes al 3% del producto interno bruto (PIB), de los cuales 1,5 puntos porcentuales serían del recorte al gasto público.
El 1,5% restante sería de ingresos nuevos, a través de nuevos impuestos (0,8%), eliminación de exoneraciones fiscales (0,5%) y aporte de empresas estatales (0,2%).
“Asistiremos a escuchar la propuesta, es un canal de diálogo necesario. Por supuesto que, de lo que ahí se exponga, se llevará a analizar a lo interno de la fracción”, finalizó Niño.
El Gobierno había hecho pública, en el mes de setiembre, una primera propuesta que le presentaría al Fondo Monetario, pero esta fue retirada días después ante las críticas de sectores por estar recargada de impuestos.
En montos nominales, el Gobierno les pediría a los contribuyentes ¢6,4 billones en tributos, al tiempo que proponía ahorrar ¢2,3 billones en gastos.