El gobierno planea abrir 148.800 nuevos cupos en los programas sociales durante los próximos tres años y medio.
La cobertura se ampliará en 12 sistemas de subsidios, la mayoría enfocados en atención de menores de edad. El énfasis también se pondría en permitir que más personas en condición de pobreza puedan acceder a los servicios de salud de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
Así consta en el Plan Nacional de Desarrollo que presentó la administración Alvarado Quesada.
El incremento en la cifra de ayudas, así como la articulación entre las mismas, forman la base de la estrategia del Ejecutivo para alcanzar su meta de reducir la pobreza multidimensional en al menos en 2,3 puntos porcentuales, para llevarla de un 18,8% a un 16,5%.
El presidente Carlos Alvarado explicó que el crecimiento será posible aun en tiempos de ajuste tributario y contención del gasto a través de la búsqueda de eficiencias en los presupuestos institucionales.
“Otro tema importante es que el crecimiento de la cobertura no va a ser de golpe, hay una posibilidad de hacer un crecimiento en progresión para que sea sostenible en el tiempo”, añadió el mandatario.
La partida que más crecería es la del Fondo Nacional de Becas (Fonabe), beneficio que otorga ¢18.000 mensuales para gastos de estudio a niños de preescolar y primaria. El gobierno planea beneficiar a 35.000 nuevos estudiantes con este programa, principalmente de primaria, de aquí al 2022.
Los cálculos del gobierno toman como base el 2017, año en que el beneficio alcanzaba a 95.000 jóvenes, con lo cual la cobertura al final del periodo sería de 130.000 jóvenes.
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El segundo rubro, según la magnitud del incremento esperado, es el de comedores escolares. La meta es que, para el 2022, la cobertura de ese programa pase de 775.000 a 800.000 estudiantes, lo cual representa un incremento de 25.000 personas.
La CCSS tendrá a su cargo la tercera meta de aumento en la cobertura. Se espera que en tres años y medio, la institución otorgue sus servicios a 20.000 personas más a través del seguro de salud.
Se trata de un mecanismo que se otorga a familias en pobreza que no pueden pagar ninguna de las otras modalidades de seguro que administra la Caja, por lo cual el Estado asume el 100% de su financiamiento.
Actualmente, dicha protección la reciben 334.400 personas y la expectativa es ampliarla a 354.000.
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La Caja también otorgaría 15.000 nuevas pensiones del Régimen No Contributivo (RNC), un auxilio económico que se otorga a adultos mayores en pobreza, personas con discapacidad que no pueden trabajar, huérfanos menores de edad, viudas en desamparo e indigentes.
En el 2017, ese subsidio lo recibían 116.000 personas. La meta del Ejecutivo es que al final de su administración el RNC atienda a 131.000. El gobierno se comprometió a aumentar los beneficiarios de dicho programa en setiembre, como medida de compensación por el 1% de impuesto que se cobrará sobre la canasta básica a partir de julio de 2019.
Otros beneficios para niños que el gobierno ampliaría son las becas Avancemos, para colegiales (pasarían de 180.000 a 184.300) y el transporte estudiantil (de 143.600 a 159.600).
La red de cuido, según el Plan Nacional de Desarrollo, beneficiará a 10.600 niños más: 4.620 en modalidad Cen Cinai, del Ministerio de Salud, y 6.000 financiados por el Patronato Nacional de la Infancia (PANI).
En los planes de la administración también está ampliar el número de personas que reciben el servicio de agua potable a través de Asadas. La meta es conectar a 31.500 personas más, para alcanzar un total de 1.376.000.