Gobierno le dio ¢140.000 millones a un ‘muerto’ y ahora corre para recuperarlos

Los diputados de la Comisión de Asuntos Jurídicos dictaminaron positivamente este miércoles el proyecto de ley para fusionar Bancrédito con el Banco de Costa Rica (BCR), con el fin de acelerar la aprobación de la inciativa.

El apuro radica en que, si al 22 de diciembre no se ha aprobado el texto, el Gobierno corre el riesgo de perder los ¢140.000 millones que invirtió la administración anterior en Bancrédito con el objetivo de evitar su cierre, luego de que entrara en crisis por problemas de administración.

Esa pérdida elevaría en el equivalente a un 0,4% del PIB el déficit fiscal, el cual este año superaría el 7% del producto interno bruto (PIB).

Así lo afirmó ante la comisión la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar.

“La ventaja en este momento es que estamos en sesiones extraordinarias (periodo en el que Casa Presidencial controla la agenda de trabajo del Congreso) y el Gobierno puede convocarlo y darle toda la prioridad del caso. Necesitamos que el plenario acoja esto con la misma rapidez con que fue acogido en la comisión”, afirmó la jerarca.

Ante la consulta del diputado liberacionista Carlos Ricardo Benavides, de que si la fusión era una acción para maquillar la quiebra de Bancrédito, la titular de Hacienda contestó que no. Dijo que, más bien, se trata de una acción para salvar la inversión del Gobierno.

“Aquí no se está tapando a un muerto, sino tratando de monetizar los activos del muerto. Pero el muerto, muerto está. Lo que se trata es de cómo recuperar la inversión que hizo el Estado. Pero para nadie esto es tapar al muerto”, recalcó.

Al mes, la operación de Bancrédito le representa al Estado pérdidas por ¢335 millones.

La diputada Floria Segreda, de Restauración Nacional, quien preside la Comisión de Asuntos Jurídicos, afirmó que la premura obedece a la necesidad de tapar la fuga de dinero público que implica mantener en operaciones un banco que según la ministra de Hacienda “está muerto”.

Y agregó que la intención es que el Poder Ejecutivo publique la iniciativa en las próximas horas en el diario oficial La Gaceta, con el objetivo de que retorne cuanto antes al plenario para la parte final de su trámite con la expectativa de que el proyecto se vote a más tardar a finales de agosto.

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“Lógicamente todo se deteriora, incluso los inmuebles (que sirven de garantías para respaldar préstamos con Bancrédito) y ya si pasábamos del 30 de setiembre (sin aprobar el proyecto) la fusión dejaría de ser atractiva para el BCR”, argumentó la parlamentaria.

En una decisión desesperada por evitar cargar con el peso de la quiebra de un banco público, el 22 de abril del año pasado, el Gobierno de Luis Guillermo Solís tomó la decisión de que el Ministerio de Hacienda le inyectara a Bancrédito ¢140.000 millones, que representan un 0,4% del PIB.

Durante la audiencia a la que la convocaron los diputados, este miércoles, Rocío Aguilar afirmó que la fusión por absorción de Bancrédito con el BCR “es una excelente oportunidad” para que su cartera recupere la inversión hecha.

“El proyecto de ley le permite a Hacienda negociar las condiciones y el plazo con el banco para recuperar la inversión. El tiempo es el principal enemigo en todo esto, porque el banco se va a seguir deteriorando. Quedaron previsiones en el proyecto para que los activos se puedan liquidar para no perjudicar al ‘banco bueno’ (el BCR). Creo que este proyecto es la mejor oportunidad para recuperar la inversión", recalcó ante los parlamentarios.

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Bernardo Alfaro, jerarca de la Superintendente General de Entidades Financieras (Sugef), dijo que la entidad “coincide plenamente” con la ministra de Hacienda.

Según él, entre las ventajas de la fusión por absorción de Bancrédito en el BCR, está que se evitará que los clientes del primero pierdan el interés por pagar sus obligaciones crediticias.

Añadió que permitirá que los deudores mantenga un vínculo comercial con el nuevo banco y, si a partir del 22 de diciembre no se ha concretado la fusión, se deberá crear un fideicomiso administrado por otro banco público que se dedicará a intentar recuperar los activos de Bancrédito para pagarle a Hacienda, lo cual no es seguro.

“En un fideicomiso hay pocos incentivos de los deudores para que honren sus deudas, mientras que un banco supervisado podría castigar a quienes no lo hagan. Es mejor el resultado cuando los deudores siguen debiéndole a un banco (...). El patrimonio de Bancrédito hoy en día es de unos ¢30.000 millones, pero después del 30 de setiembre, el atractivo va a empezar a perderse. La fusión es positiva para el BCR y va a salvar la reputación de la banca estatal", comentó.

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Según la Sugef, los activos de Bancrédito suman ¢30.000 millones; los pasivos, ¢140.000 millones; y los activos netos, ¢160.000 millones.