Este año, el Gobierno gastará en anualidades un 46% más que lo destinado para ese plus salarial en el 2010.
Esa es la proyección elaborada por el Ministerio de Hacienda, con base en el aumento salarial del 0,08% aprobado en el sector público para el segundo semestre del 2015.
En colones constantes a junio del 2010 (descontando el efecto de la inflación), este año se destinarán casi ¢195.000 millones en el pago de ese incentivo a los funcionarios del Gobierno Central, que incluye los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, y excluye las instituciones descentralizadas y las municipalidades.
Según el viceministro de Hacienda, José Francisco Pacheco, es complicado reducir el gasto en anualidades debido a que se han transformado “en un incentivo de antigüedad y no tanto por desempeño”.
Pacheco adujo que la fórmula para calcular ese plus salarial hace que el incremento sea constante y que no se pueda frenar porque se basa en la inflación. Cuestionó también que la Sala Constitucional eliminó el tope máximo de anualidades que se podían pagar.
“La población cada vez es más vieja. Solo un 15% de la población tiene menos de 30 años. La edad del promedio en el Gobierno Central ronda los 41 años; quiere decir que por lo menos la mitad tiene más de 40 años, lo que se traduce en tener más de 20 anualidades”, dijo.
Un 99% de los 135.000 funcionarios del Gobierno Central reciben este incentivo anual.
Más que la planilla. El costo de las anualidades crece más rápido que el de los sueldos base, que en el mismo periodo (2010-2015) reporta una alza del 23%.
Esa diferencia es del 50% a pesar de que este año, el Gobierno tendrá la mayor alza en el rubro de los salarios básicos de los últimos cinco años.
El Poder Ejecutivo destinará un 7,5% más para sufragar su planilla. En el último lustro, el incremento interanual más alto en esa partida se registró en el 2010 y fue del 5%.
El viceministro Pacheco aseguró que el aumento en el rubro de sueldos base se debe a las alzas salariales y, en menor medida, a la creación de nuevas plazas, principalmente en el Ministerio de Educación Pública (MEP).
Afirmó que, en promedio, al año el Gobierno Central crea más de 3.600 nuevos puestos, de los cuales 2.200 son del MEP.
Alza constante. Otros pluses también crecen a un ritmo más acelerado, como el pago por dedicación exclusiva y prohibición, el cual se elevó en un 32%. Esa compensación la reciben algunos empleados públicos por el impedimento que tienen para ejercer su profesión de manera libre, mientras trabajan en el Estado.El ajuste en esa partida se refleja especialmente en el 2015, donde se estima un incremento del 9%, que significará el desembolso de ¢96.000 millones.
En el rubro de “otros incentivos” el crecimiento previsto todavía será mayor: de un 34%. Ahí se contabilizan pluses salariales que especialmente se les retribuyen a los funcionarios del MEP y del Ministerio de Seguridad Pública. En estos despachos, respectivamente, se paga una compensación a los maestros por impartir lecciones en escuelas de zonas marginales, y una indemnización por riesgo a los policías.
Solo en el pago de horas extra se registra una reducción. Desde el 2010, ese gasto se disminuyó en un 3%, debido a que ese año hubo un fuerte recorte del 20%. Ahora se destinan poco menos de ¢6.000 millones.