Mientras Liberación Nacional (PLN), Acción Ciudadana (PAC) y la Unidad Social Cristiana (PUSC) intentan sanar las heridas del 1.º de mayo o aparecer como partidos fuertes, las fracciones más pequeñas se han metido a una guerra de discursos en el plenario del Congreso.
Se trata de una batalla de ataques entre diputados, por un lado, por creencias religiosas y, por el otro, por la supuesta falta de estas creencias.
El jueves pasado, durante la sesión legislativa dedicada al análisis del discurso presidencial del 2 de mayo ante los parlamentarios, Patricia Mora, diputada y presidenta del Frente Amplio, lamentó el pacto que unió al PLN con los congresistas del bloque cristiano.
Dicha coalición unifica a tres partidos políticos: Renovación Costarricense, que tiene a los diputados Gonzalo Ramírez y Abelino Esquivel; Restauración Nacional, representado por Fabricio Alvarado, y Alianza Demócrata Cristiana, de Mario Redondo Poveda.
Según Mora, parte del acuerdo que llevó a Antonio Álvarez Desanti, del PLN, a la presidencia legislativa, pasaría por impedir el avance de proyectos de ley que, para ella, están directamente relacionados con los derechos humanos.
“(Este acuerdo se hizo) en detrimento de la agenda de derechos humanos, con las fracciones del integrismo religioso y podrían hacer llegar a un diputado cristiano a la presidencia de la Comisión legislativa especial de Derechos Humanos”, advirtió la legisladora frenteamplista.
Mora alegó que ese acuerdo tendría graves implicaciones sobre los avances que, asegura, se han obtenido en el Congreso en cuanto a derechos sexuales y reproductivos de las mujeres, fecundación in vitro (FIV) y los derechos de las minorías sexuales.
‘Comunistas ateos’. Ante lo que consideran ataques a sus creencias religiosas, los legisladores cristianos Ramírez y Alvarado le devolvieron los ataques a la congresista del FA.
Para Ramírez, quien gracias al pacto con Liberación y el Movimiento Libertario obtuvo un puesto propietario en el Directorio legislativo, el discurso de Mora es para descalificarlos.
“Dentro de su partido y en el mundo hay una corriente ateísta que persigue a los cristianos, que los trata de eliminar, hay países donde matan a los cristianos, les cortan los dedos, los persiguen, matan a sus familias, limitan sus derechos y libertades individuales. Usted asume ese mismo tipo de posiciones”, acusó Ramírez.
En tanto, Alvarado aseguró que si la legisladora Mora los señala por ser cristianos y oponerse a la FIV o a la reforma sobre derechos sexuales, entonces ellos seguirán llamando a los miembros del Frente Amplio como “comunistas ateos”.
Mientras Mora se preguntaba en el plenario si todos los miembros del bloque opositor están de acuerdo en la agenda de los cristianos o si Álvarez Desanti estuvo cómodo al compartir para una fotografía con Ramírez, este último le aseguró que eso era un ataque a sus derechos de participar en política.
“Usted no quiere que los cristianos opinemos o que seamos parte de gobierno, de instituciones o de la Asamblea”, indicó.
Parte del choque se centra en el apoyo de los cristianos a planes que, según el FA, dejarían a empleados públicos en la calle.