El presidente de la firma THX, que prestó un jet para que la presidenta Laura Chinchilla viajara a Perú en mayo, advirtió que la presidenta actuó de forma “vanidosa” al solicitar un avión para asistir a un acto de índole privado.
Carlos Arturo Espinosa dijo ayer en una entrevista al diario colombiano El Espectador que Chinchilla fue vanidosa “porque le pide a particulares que le suministremos un avión para vuelos privados que salen de la solicitud de su despacho”.
En sus críticas, Espinosa afirma que nunca se acercaron al Poder Ejecutivo, y que se dio un abuso de poder de parte del Gobierno de Costa Rica pues según dijo “es muy difícil decirle que no a un presidente”.
Chinchilla evitó referirse a las críticas provenientes de la cúpula de la empresa que le facilitó un avión en dos ocasiones.
“No me voy a referir a ese tema. No lo conozco y no me parece que sea relevante, el que yo esté leyendo cosas que no tienen ninguna incidencia en lo esencial sobre la agenda en que el Gobierno tiene que concentrarse”, dijo la gobernante.
La presidenta usó el avión el 8 de marzo para ir al funeral del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, y otra para un viaje de descanso y cita con el presidente de Perú, Ollanta Humala, entre el 11 y el 13 de mayo.
Las tensiones en torno al préstamo de la aeronave se dieron luego de que se revelara que quien autorizó el préstamo del avión fue Gabriel Morales Fallón, un empresario cuestionado en Colombia por supuestos nexos con el narcotráfico.
La revelación provocó un escándalo político que le costó el puesto a Mauricio Boraschi, director de la Dirección Nacional de Inteligencia y Seguridad (DIS), encargado de la seguridad de Chinchilla.
Además, se generaron una serie de dudas respecto de la participación del exjugador Rolando Fonseca en el préstamo que ahora investiga la Fiscalía.