Los candidatos Fabricio Alvarado y Carlos Alvarado, de Restauración Nacional y de Acción Ciudadana, respectivamente, tienen posiciones distintas frente al plan de contingencia fiscal que el gobierno de Luis Guillermo Solís trata de aprobar, en su recta final, en la Asamblea Legislativa.
Fabricio Alvarado dice estar satisfecho con el proyecto de ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, que según Casa Presidencial aumentaría la recaudación fiscal en un 1,9% del producto interno bruto (PIB), aunque el déficit fiscal superó el 6,2% del PIB, al cierre del 2017.
Carlos Alvarado, en cambio, considera que la iniciativa es insuficiente y que es necesario aprobar una propuesta más fuerte de una vez, para evitar que el tema tenga que ser discutido de nuevo por el futuro Congreso, a partir del 1.° de mayo.
La reforma planteada por Solís generaría unos ¢660.000 millones anuales, mientras el déficit supera los ¢2 billones, principalmente por la transformación del impuesto de ventas en impuesto sobre el valor agregado (IVA), con lo que el Gobierno cobraría tributos sobre numerosos servicios que hoy están exentos.
El Ejecutivo plantea mantener la tasa del 13% para servicios como los informáticos, los de abogados, los gimnasios, espectáculos, streaming (como Netflix y Spotify), alquileres superiores a ¢425.000 mensuales, electricidad (para quienes consuman más de 250 kilovatios hora al mes), transporte (excepto el servicio público), juegos de azar y exposiciones comerciales.
Además, propone una tasa reducida del 4% para la educación y la salud privadas, así como para los libros en todos sus formatos, los boletos aéreos, la compra de empaques y embalajes y sus materias primas, así como equipo y maquinaria (excepto si hay una exoneración expresa) y los servicios para la producción agropecuaria y agroindustrial.
El proyecto también plantea cobrar un tributo de un 15% (con algunas excepciones) a las ganancias de capital, es decir, a las utilidades que generen la venta de activos, bonos o bienes inmuebles, así como la repartición de dividendos.
Además, limitaría a un 2,54% el porcentaje adicional que se le pagaría a los futuros empleados públicos, sobre el salario base, por cada año laborado. Este plus, conocido como anualidad, rebasa actualmente el 5% en algunas entidades.
Posición de Fabricio Alvarado
Fabricio Alvarado dijo estar de acuerdo con la creación del IVA manteniendo la tasa del 13%, pues cree que ayudaría a “patear” un poco la crisis fiscal, mientras que el tema se vuelve a discutir en el nuevo Parlamento.
“Lo que aparentemente se va a aprobar y el aparente acuerdo que existe, va muy en la línea de lo que nosotros hemos dicho. De alguna manera, podría esto patear un poco la situación y ayudarnos en los primeros días y en los primeros meses, donde también la discusión se va a mantener también con la nueva Asamblea Legislativa. Entonces, nos satisface que, de parte de esta Asamblea Legislativa, haya la disposición de aprobar por lo menos ese plan, que entiendo es de contingencia, más todas las otras acciones que entendemos debemos ejercer desde el Poder Ejecutivo”, afirmó el aspirante de Restauración.
Fabricio Alvarado no habló de otros proyectos en específico que se deban aprobar o que impulsará. Por el contrario, asegura que el hueco que quedaría, el equivalente a más de un 4% del PIB, lo resolvería disminuyendo el trabajo informal, generando más empleos y recortando gasto superfluo.
“Es importante el tema de la informalidad, la informalidad en este momento representa un 5% del PIB, hay que tener una política seria de tratar de pasar a esa gente que está en la formalidad. Eso va a traer muchos ingresos al país, y también eso pasa por generación de empleo y tenemos claridad de que esa generación de empleo tiene que venir de la de inversión extranjera directa, del sector privado, porque en este momento el Gobierno no tiene la capacidad de dar empleo”, enfatizó el candidato evangélico.
Posición de Carlos Alvarado
Carlos Alvarado, por su parte, también coincide en la necesidad de la reforma, pero propone que el IVA sea del 15%.
Tampoco cree que sean suficientes las medidas de contención del gasto que propuso el Ejecutivo en este proyecto,
“Hay que discutir las propuestas en materia de ingresos y ahí está la disyuntiva entre el 13% o el 15%. Yo he dicho que me inclino por el 15%, pero también en esto he dicho, tal vez no lo he dicho tan duro como la gente lo deseara, pero sí tenemos que tener componentes desde el punto de vista del gasto, a lo sumo un compromiso de un presupuesto muy austero para contener el gasto público”, declaró el candidato oficialista.
Y agregó: “Yo prefiero que negociemos ágilmente para una reforma más integral desde ahora, pero tengo la impresión que será más fluido después del 2 de abril porque, si bien yo tengo un compromiso con el país, ahora el tema electoral distrae porque hay una incertidumbre grande”.
Él considera que para resolver el hueco fiscal, que alcanzaría el 6,9% del PIB a finales de diciembre del 2018, se requiere discutir propuestas como la que hizo el diputado del PAC, Ottón Solís, de cobrar un tributo sobre renta a las cesantías cuando estas sean superiores a ocho años.
También, clama por la aprobación de un proyecto de ley que presentaron otros dos diputados oficialistas, Marcela Guerrero y Steven Núñez, para que el Poder Ejecutivo tenga flexibilidad a la hora de destinar los recursos para las partidas de destinos específicos, con base el plan el desarrollo y las prioridades país, y no según las obligaciones legales.
Dentro de los destinos específicos legales están, por ejemplo, el 6% del ingreso por impuesto de la renta para el Patronato Nacional de la Infancia (PANI), el 7,25% del impuesto a los combustibles para las municipalidades y el equivalente a 593.000 salarios base del Poder Judicial para el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (Fodesaf).
Carlos Alvarado insiste en que el déficit no se resolverá si no hay eficacia en el manejo de los recursos públicos y si no se crean nuevos ingresos tributarios. Estima que ambas medidas deben de ir de la mano.
“Para mí lo del empleo público es la reforma integral del empleo público. Eso es lo que va a resolver la eficiencia. Hay que tener una buena discusión, el sector laboral está dispuesto a tener esa discusión, pero hay tener la discusión en un ámbito de paz social y de confianza. Desgraciadamente, esa discusión la hemos tenido en un ambiente de confrontación, eso nunca es bueno para una discusión, yo creo que podemos alcanzar acuerdos a partir del diálogo”.
“No solo debemos hablar de reducción del gasto, que sí hay que hablarlo, el objetivo final es la eficiencia. Nosotros podemos recortar gastos y meter impuestos, que nada habremos hecho para el sector público, Costa Rica va seguir igual, necesitamos mejorar el sector público”, dijo el candidato del PAC.