El niño becado que se convirtió en pintor y hoy saca adelante a su familia

Roberto Cantillo Salas, de 16 años, recibe un subsidio estatal desde que está en primer grado

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“He usado las becas como una inversión”, afirma, orgulloso, Roberto Cantillo Salas, estudiante de 10° año del Colegio San Luis Gonzaga, de Cartago.

Sabe lo certeras que son sus palabras, pues a los 16 años él es la principal fuente de ingresos de su hogar.

Desde que está en primer grado estudia con beca por condición socioeconómica, beneficio que todavía recibe por medio del programa Avancemos, del Instituto Mixto de Ayuda Social (IMAS).

Esa ayuda mensual de ¢40.000 hoy le sirve para sufragar los gastos estudiantiles, pero se trata de un aporte que ha sido muy representativo con el paso del tiempo –cuenta el joven– porque lo ha impulsado a estudiar y “a ser una mejor persona”.

“Las becas siempre nos han ayudado mucho en mi familia. Me han ayudado a ser quien soy. Ahora, con las pinturas que vendo, puedo ayudar a mi familia. Es una forma de agradecerles a mis papás lo que han hecho por mí”, comenta.

El padre del joven, Wilberth Cantillo, es un emprendedor pensionado, y la madre, Isabel Salas, ama de casa.

¿Quién es Roberto Cantillo?

A su corta edad, cuenta con una prominente carrera como pintor.

“A los ocho años me invitaron a participar en Embrujarte 2011, un festival de arte al que van artistas del calibre de Fernando Carballo y Jorge Jiménez Deredia, y fue ahí donde me di a conocer”, recordó el colegial.

Desde entonces, su talento para la pintura le ha permitido vender sus creaciones –incluso en el extranjero– y hacer de esto una forma de subsistencia familiar, al tiempo que alcanza la realización personal.

La pasión por pintar felinos lo llevó al extranjero este 2018. Mediante su página de Facebook (Roberto Cantillo Artista), lo contactó el representante en Costa Rica de la agrupación Jóvenes por los Derechos Humanos, adscrita a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), y gracias a eso viajó a Estados Unidos.

“Formé parte de la Cumbre Mundial de Jóvenes por los Derechos Humanos, que fue del 5 al 7 de julio en la sede principal de la ONU, en Nueva York. Fue una gran experiencia”, recordó.

Forjarse un futuro gracias a ayudas estatales es parte de la naturaleza de la familia Cantillo Salas. La hermana de Roberto, Cristiana, de 17 años, también estudia con una beca en el Colegio Científico de Cartago, mientras que el hermano mayor, Edwin, de 19 años, cursa la carrera de Ingeniería en Sistemas en la Universidad Nacional (UNA), también gracias a un subsidio.