El diputado independiente Dragos Dolanescu presentó, este martes por la mañana, un recurso de amparo contra el presidente de la Asamblea Legislativa, Eduardo Cruickshank, por supuestamente violentar el procedimiento de discusión y votación del Segundo Presupuesto Extraordinario.
El legislador alajuelense presentó el reclamo en la Sala Constitucional, bajo el argumento de que Cruickshank impidio la discusión por el fondo del proyecto de ley 22.080, el jueves pasado, antes de la votación del primer debate del expediente.
En el tribunal constitucional, el reclamo del alajuelense contra el jerarca parlamentario se encuentra en estudio de admisibilidad.
Esta tarde, Cruickshank calificó la gestión ante la Sala Constitucional de innecesaria y rechazó que él le haya impedido a dos diputados hablar por el fondo sobre el presupuesto extraordinario.
“No he limitado el derecho de uso de la palabra de ninguno de los diputados y diputadas; más bien he sido muy tolerante en darles la palabra las veces que me han pedido hablar”, indicó.
El presidente legislativo también dijo que él no ha puesto en riesgo el trámite del presupuesto y dijo que el acta de la sesión plenaria está a disposición de cualquier persona.
El zafarrancho tuvo lugar el jueves por la tarde, cuando Cruickshank preguntó si algún diputado o diputada hablaría por el fondo del presupuesto, antes del primer debate.
Al no aparecer nadie en la pantalla, puso a votación el proyecto pero, en ese momento, Dragos Dolanescu y Shirley Díaz, de la Unidad Social Cristiana, levantaron la mano para pedir la palabra y alegaron que el sistema no les permitía apuntarse en la pizarra electrónica.
No obstante, el presidente del Congreso siguió adelante con la votación, sin darle la palabra a los legisladores.
Luego de la votación, varias diputadas le reclamaron, incluso la liberacionista Yorleny León, quien aseguró que Cruickshank no le dio la palabra alevosamente, porque él le dijo que quería cruzar el Zurquí temprano, camino hacia su casa, en Limón.
En el comunicado de prensa difundido por su despacho, Dolanescu aseguró que si el trámite del presupuesto extraordinario se cae, por un vicio de procedimiento, el único responsable sería Eduardo Cruickshank.
El alajuelense alegó que el presidente violentó su derecho fundamental de utilizar la palabra durante la discusión por el fondo en el primer debate y que así consta en el amparo presentado.
Además, informó de que buscará el apoyo de otros nueve congresistas para presentar una consulta facultativa de constitucionalidad, que frenaría la aprobación definitiva del proyecto por 30 días, mientras el tribunal resuelva. No obstante, al parecer no las consiguió. “No era una prioridad”, dijo.
Según Dolanescu, antes de ese episodio en que él y Cruickshank chocaron, el presidente les había preguntado a él y a León si usarían la palabra, pero a la hora de la discusión “abrió e inmediatamente cerró el espacio para la discusión y continuó con la votación”.