El ministro de Hacienda, Helio Fallas, llegó ayer a la Asamblea Legislativa con la intención de explicarles a los diputados cuán urgente es la reforma fiscal y salió lleno de reproches por la falta de claridad sobre la agenda del Gobierno en este tema.
Una serie de reclamos y preguntas sin oportunidad de ser contestadas llenaron los 90 minutos de la comparecencia de Fallas en la Comisión de Control de Ingreso y Gasto Público.
Fallas, además primer vicepresidente de la República, intentó aclarar las críticas hechas este miércoles por la contralora general Marta Acosta, también en el plenario legislativo, cuando urgió a buscar soluciones para aumentar los ingresos del Estado y reducir sus gastos.
Tras su exposición, los legisladores interrogaron a Fallas por la incierta agenda fiscal que, según ellos, propone para remendar un problema calificado por él mismo como urgente.
El primero fue el propio presidente de la Comisión, Mario Redondo. “Usted está en mora con la Asamblea Legislativa”, le dijo al ministro, en referencia a la tardanza en el envío de proyectos que atenuarían el gasto estatal mediante reformas a la ley de empleo público y al régimen de pensiones.
Redondo le solicitó a Fallas indicar cuándo lo haría y este respondió de forma imprecisa: “Yo diría que este año” y argumentó que el tema ahora está a cargo del Ministerio de Planificación, no de Hacienda.
Bombardeo. De seguido, el oficialista Ottón Solís (PAC) señaló y celebró el cambio de posición del Ejecutivo pues, a principios del 2014, minimizó el problema fiscal y ahora lo admite como urgente. Sin embargo, lamentó que se haya perdido un año.
Fiel a su estilo directo y a su apuesta por la austeridad, interpeló a Fallas: “¿Usted está tranquilo con la viajadera de personas del Gobierno?”. También le señaló la cantidad de viceministerios en carteras como Cultura, con tres jerarcas de ese nivel, lo que considera un despilfarro que agrava el déficit y mina la autoridad moral ante otros funcionarios de menor rango.
Después, el libertario Otto Guevara le dijo al ministro que se puede reducir una quinta parte del gasto actual en pago de anualidades y dedicación exclusiva a funcionarios públicos, y volvió a atacar el monto de inversión estatal en universidades públicas.
La también oficialista Epsy Campbell preguntó cómo se tratará la subejecución institucional del 2015 en el presupuesto para el 2016, en tanto el liberacionista Antonio Álvarez Desanti tenía otros cuestionamientos para Fallas. Pero la dinámica de la comparecencia no le dejó espacio al ministro para poder responder a las dudas y críticas.
Al acabar la comparecencia, consultado por periodistas, Fallas manifestó que, a finales de este mes, podrían llegar a la Asamblea dos proyectos que reformarían el impuesto de ventas y el de renta, los cuales salieron a consulta pública en marzo. Entre ambos, el Gobierno pretende captar ¢600.000 millones para así enfrentar el déficit, que cerró en 5,7% el año pasado.
De mantenerse el déficit de los últimos seis años, hay riesgo de que se eleven las tasas de interés y de bajas calificaciones de las agencias internacionales.