Diputados juramentan a Orlando Aguirre para quinto periodo como magistrado

Presidente de la Sala II alcanzará, al cierre de este plazo, 40 años como alto juez de la Corte Suprema de Justicia

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Subscribe

Los diputados juramentaron este martes, en el plenario de la Asamblea Legislativa, al magistrado Orlando Aguirre, presidente de la Sala Segunda de la Corte Suprema de Justicia, para un quinto periodo de ocho años como alto juez.

Después de que se aprobó su reelección, este lunes, con 37 votos a favor y 12 en contra, Aguirre juró para un periodo que le permitiría alcanzar 40 años en la Corte Plena.

El magistrado fue nombrado como tal en 1989 y preside la Sala II desde 1991.

Luego de que varios congresistas lo felicitaron por su quinto nombramiento en el cargo, Aguirre aseguró que ya, para él, no es cuestión de que tenga que prepararse mentalmente para ejercer el cargo, sino que aborda de nuevo una tarea que conoce.

---

En entrevista con La Nación, el magistrado aseguró que ha tratado de mejorar la legislación laboral, aunque indicó que él no es de los que “cacarea mucho”.

“He sido comprometido con la formulación y el mejoramiento de las normativas en distintas áreas, en derecho concursal, lo que tenemos actualmente en restauración de empresas y convenios preventivos de derecho concursal”, refirió.

Aguirre agregó que ha buscado trabajar el derecho notarial y la Reforma Procesal Laboral, por encargo de la Corte Plena.

El presidente de la Sala Segunda también aseguró que, en su criterio, es fundamental que el país mejore mucho la Inspección Laboral del Ministerio de Trabajo como mecanismo preventivo para evitar la judicialización de muchos pleitos entre patronos y empleados, que debe asumir ese tribunal.

“Es una área que depende mucho de la política y de hacia dónde quieran ir los gobiernos en la materia, pero debemos fortalecerlo. No sé cuántos inspectores hay ahora, pero países como Chile tenían, hace cinco años, 21 inspectores por cada 100.000 y nosotros teníamos uno o poco más por cada 100.000 habitantes”, comentó.

El magistrado agregó que se debe fortalecer también la resolución de conflictos in situ, porque cuanto más se solucionen los conflictos en los centros de trabajo, menos pleitos llegan a sede judicial.

“La labor preventiva tiene mucho que ver con la labor del Poder Judicial, que es represiva. Si se trabajan de forma eficiente, tendremos mejores respuestas para la resolución de los conflictos”, indicó.

Aguirre enfatizó que trabajo y capital no deben ser contrarios, sino ser acordes para que haya buen ambiente de trabajo, que es la base del bienestar de las personas.

“Es una forma de mitigar la existencia de conflictos”, concluyó.