Ligia Fallas y Carlos Hernández creen seriamente que hay presiones de la fracción legislativa del Frente Amplio para que ellos se salgan de la bancada.
Uno a uno, vieron cómo sus compañeros de Partido se fueron saliendo del chat que compartían hasta hace pocos días en Whatsapp y que se ha empleado cómo instrumento informativo.
El grupo en esa red social se llama "Diputados FA, fracción" y poco a poco quedó vacío.
"Yo califico esto como una expulsión orgánica", dijo Fallas a La Nación y aseguró que tan mal está la comunicación que, este lunes, ni siquiera le comunicaron oficialmente que se había suspendido la reunión semanal de la fracción legislativa.
Luego de que trascendió ayer, entre medios de comunicación, ese conflicto casero en el FA, Fallas asegura que se dio una reacción muy rápida para no hacer otro grupo que, supuestamente, se estaba componiendo.
"Luego de eso llegaron a saludarme varios y yo les dije que no sean tan traidores", comentó.
Edgardo Araya, jefe de la bancada, negó cualquier componenda para dejar solos a Fallas y Hernández. Incluso, aseguró que él sigue adscrito al grupo, lo cual fue confirmado por Hernández.
Sin embargo, el puntarenense (a quien el Tribunal de Ética suspendió por un año luego de que su pareja lo denunció por violencia doméstica) afirma que desde hace rato no le informan ni sobre lo que va a discutirse en plenario.
Añadió que no entiende a qué se debe la salida de sus compañeros del grupo de comunicación.
Araya añadió que los diputados "se viven saliendo y entrando de los grupos, a veces por error o porque se enojan".
"Yo no haría de esto un tema trascendental. Sé que del chat que teníamos los nueve, hay compas que se han salido, pero no he tenido tiempo para ver qué ha pasado", dijo el jefe frenteamplista.