La nueva diputada del Partido Frente Amplio (FA) Suray Carrillo despidió a los cuatro asesores de confianza que había contratado el excongresista Ronal Vargas.
Entre los asesores cesados figura Wilmar Matarrita, esposo de la legisladora Carrillo.
La congresista guanacasteca afirmó que era inconveniente mantener a Matarrita como asesor suyo, y que la decisión la tomó luego de consultar a la dirección del Partido.
“Era una decisión que desde el principio estuve evaluando. Todo diputado necesita tener su equipo de confianza y en el caso de Wilmar no era conveniente que se quedara como asesor. Además tiene otros proyectos personales que realizar”, aseveró la diputada.
Carrillo dijo que buscó dar tiempo para que las asesores que quedaron sin trabajo se pudieran acomodar.
Motivos. La llegada de Carrillo se dio luego de que el 5 de febrero pasado Vargas presentó su renuncia a la curul mediante una carta ante el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), en la que adujo razones personales.
Sin embargo, los verdaderos motivos estaban ocultos. El diputado había sido denunciado por una de sus asesoras por supuesto acoso sexual.
La bancada y la dirección del Frente Amplio, así como el exdiputado José María Villalta, acordaron con Vargas redactar la renuncia, sin revelar los verdaderos motivos.
Sin embargo, ante consultas de este diario, el jefe de bancada, Gerardo Vargas, aceptó ese día que la dimisión obedecía a una queja por presunto acoso. El diputado saliente aseguró que la denunciante había sido su pareja sentimental, y había sido presionado para renunciar a la curul. El TSE rechazó la gestión de Vargas al concluir que no hubo coacción.
Finalmente, Carrillo tomó la decisión de apartar a Matarrita de su cuerpo de asesores y a otras tres funcionarias nombradas por Vargas.