Unos 40 policías resguardan la Embajada de Venezuela, tomada al amanecer de este miércoles por María Faría, representante diplomática designada por el presidente interino, Juan Guaidó.
Ella y el resto de miembros del cuerpo diplomático del nuevo mandatario, permanecían a las 7 p. m. dentro de la legación, ubicada en Los Yoses, San José.
Pedro Grace, vocero de Faría, explicó a los medios de comunicación, que realizan una auditoría en la sede.
La representación de Guaidó irrumpió en la que, hasta entonces, había sido la casa de la misión diplomática de Nicolás Maduro.
El hecho provocó varios enfrentamientos entre venezolanos afines a Guaidó y a Maduro. Sin embargo, en horas de la noche, el ambiente se enfrió.
Norma Borges, miembro de la delegación de Maduro quien se mantuvo junto al portón de la sede diplomática desde la mañana, recién pasada la toma de la sede, se retiró a eso de las 6 p. m.
Aparte de ella, ningún otro funcionario de la embajada se hizo presente.
Dentro de sus “facultades” cómo embajadora acreditada, Farías sostiene que actuó según la normativa, pese a la reprimenda del gobierno de Costa Rica por la toma anticipada de la embajada.
Desde el pasado 1° de febrero, el gobierno de Carlos Alvarado reconoció a la designada por Guaidó como embajadora de Venezuela. Sin embargo, fue hasta dos semanas después que dio un ultimátum de 60 días a los diplomáticos de Maduro para salir del país.