Crónica: Vítores y aplausos recibieron en Cartago a la Antorcha que bajó del cielo

Colegiales llevaron con orgullo el fuego de la Independencia a lo largo de un kilómetro, en medio del júbilo de un puñado de vecinos que salieron a la calle a animarlos

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A las 10.35 a. m. de este viernes, un helicóptero de la Fuerza Pública aterrizó en la plaza Asís, diagonal al Hospital Max Peralta. Nunca antes los cartagineses habían visto a la Antorcha de la Independencia llegar por aire un 14 de setiembre y en medio de un ambiente tan agridulce.

Los únicos signos decorativos que había eran unas pequeñas banderas tricolor que los alumnos de segundo y tercer grado de la Escuela Ascensión Esquivel Ibarra tomaron de sus pupitres, cuando les avisaron que debían irse en carrera a recibir el símbolo de los 197 años de independencia de Centroamérica.

La llama de la Independencia en realidad llegó apagada. Una vez que las hélices de la aeronave se detuvieron, los policías que la traían trataron de encenderla con la mayor sutileza posible y se la entregaron al ministro de Educación, Édgar Mora, quien la sostuvo en alto mientras caminaba hacia dos estudiantes que lo esperaban.

El público fue escaso, pero su aplauso fue alegre y sincero. Había, aproximadamente, 60 alumnos y un grupo de vecinos que rodeó las vallas de la plaza para observar el inusual arribo.

“Quiero darles este fuego en nombre de los chicos de Esparza”, manifestó Mora en alusión al lugar en donde se suspendió el recorrido terrestre de la tea. Esa fue la medida que tomó el Ministerio de Educación Pública (MEP) luego de que empleados públicos en huelga impidieran el paso de la comitiva en Liberia (Guanacaste), Chomes y Barranca (ambos de Puntarenas).

“¡Viva la antorcha!”, gritaron los escolares. A partir de ese momento, el fuego fue tomado por un grupo pequeño de alumnos de quinto año del Liceo Doctor Vicente Lachner Sandoval. Se les veía emocionados pues, aunque fuera por la complicada situación que enfrenta el país, tuvieron la oportunidad de acompañar a la Antorcha.

Acompañados por dos patrullas, un puñado de oficiales, una ambulancia y el sonido de una sirena, los colegiales se abrieron paso por las calles de la ciudad de Cartago mientras se turnaban la tea.

Esta vez no había luces, música, multitudes ni el ambiente de fiesta con el que la Vieja Metrópoli acostumbra recibir al fuego de la Independencia. Sin embargo, los muchachos corrían con orgullo. A su paso, trabajadores de los comercios y peatones, se reunían en las aceras y esquinas para animarlos con vítores y aplausos.

“¡Viva Costa Rica, vivan los estudiantes!”, los felicitó una señora que salió a asomarse al frente de su casa.

Caminaron más de un kilómetro, desde el costado este del Hospital de Cartago hacia las Ruinas de Santiago Apóstol, luego subieron por el mercado hasta detrás del antiguo cuartel. La marcha cerró con un toque de sirena en la delegación de la Fuerza Pública de Cartago, donde Érick Calderón, director regional de la Policía, recibió la tea.

"Vamos a dejarla en un lugar seguro", prometió Calderón.

Oportunidad de enseñanza

Pese al poco convencional recibimiento de la Antorcha, los docentes que llevaron a sus alumnos a recibir al ministro de Educación consideran que los hechos ocurridos durante esta semana representan una oportunidad de enseñanza para los estudiantes.

“Les explicamos que podemos expresarnos pero sin violencia. Nos preocupa mucho lo que está pasando en el sector de Limón, quemar las antenas del ICE y furgones y todo eso, eso no debería pasar, tratar de agredir a los estudiantes al recibir la antorcha tampoco debería pasar.

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"Estamos en un país que nunca hemos visto estas cosas y tenemos que seguir fomentando los valores, más que todo por eso estamos trabajando y seguimos aquí en pie de lucha, por el civismo y los valores”, dijo Ana Catalina Bejarano, asistente de la Escuela Ascensión Esquivel.

“Uno comprende toda la situación del país. Sabemos que hay diferentes compañeros que en la calle están reclamando lo que consideran sus derechos. Sí es un poco extraño para uno porque después de 31 años de estar en esto, es la primera vez que la Antorcha no hace el recorrido habitual y uno se siente muy extraño de que todo sea de esta manera”, manifestó Marjorie Chaves, directora del Liceo Dr. Vicente Lachner.