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Costa Rica atendió a casi 8.000 migrantes cubanos. | JOHN DURÁN (JOHN DURAN)
Washington. EFE y AFP El canciller Manuel González y el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jeh Johnson, se reunieron ayer para analizar la posibilidad de ampliar la colaboración bilateral en cuanto a inmigración, seguridad fronteriza y lucha contra el narcotráfico.
El Departamento de Seguridad Nacional estadounidense (DHS) informó, en un comunicado de prensa, de que Johnson y González “hablaron sobre las oportunidades para intensificar la colaboración de las fuerzas del orden y el intercambio de información entre EE. UU. y Costa Rica”.
“El Departamento de Seguridad Nacional y el Gobierno de Costa Rica gozan de una sólida cooperación bilateral para aplicar la ley y trabajan juntos rutinariamente para luchar contra la delincuencia organizada transnacional y mejorar el control de las fronteras por la vía aérea, terrestre y marítima”, añadió la nota de prensa.
En el encuentro, en Washington, Johnson expresó el compromiso de EE. UU. a Costa Rica para afrontar los flujos migratorios y puso de relieve la “importancia” de que haya una cooperación regional para tratar, conjuntamente, la inmigración ilícita que circula a través del continente americano.
En la OEA. Precisamente, el canciller costarricense compareció ayer en la Organización de Estados Americanos (OEA), para exponer la crisis que atraviesa actualmente Costa Rica, junto a Panamá, por la gran llegada de inmigrantes cubanos y extracontinentales, que buscan poner un pie en EE. UU. a través de Centroamérica y México.
En su intervención, pidió a Estados Unidos que ponga fin a la Ley de Ajuste Cubano, de 1966, que facilita a los cubanos conseguir residencia en ese país y que Costa Rica considera responsable de la ola de inmigrantes que afecta Centroamérica.
Sin embargo, el representante interino de EE. UU. ante la OEA, Michael Fitzpatrick, no hizo referencias a ese pedido, solo reafirmó que las fronteras de su país no están abiertas a inmigrantes irregulares.