Un diplomático de carrera será el líder temporal de la representación diplomática de Costa Rica en Nicaragua, en el puesto de encargado de Negocios. Dada la convulsa situación que experimenta ese país, el gobierno se abstendrá de enviar un embajador, según confirmó el Ministerio de Relaciones Exteriores.
Durante los próximos meses, el funcionario Óscar Solís Rangel ocupará el puesto de Encargado de Negocios ad interim, el cual, en ausencia de embajador, se convierte en el máximo representante del país .
La Cancillería indicó que el gobierno tomó esa decisión teniendo en cuenta la situación social y política de ese país. La designación de un encargado de Negocios no requiere del visto bueno del gobierno nicaragüense, como sí ocurre en el caso de los embajadores.
De acuerdo con el Ministerio, Solís es abogado y notario, con expecialidad en Derecho Internacional Económico.
Tiene experiencia diplomática dentro y fuera del país. En territorio nacional, se ha desempeñado como asesor del departamento de Tratados Internacionales, Límites y Fronteras; como oficial del departamento Consular y como presidente de la Comisión Costarricense de Derecho Humanitario.
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En el extranjero, Solís ha fungido como encargado de Negocios, ministro consejero y cónsul general en República Dominicana; así como como consejero y cónsul de Costa Rica en Managua.
“Tiene experiencia importante en Nicaragua, conoce Nicaragua ya además es una de las personas que tiene una trayectoria muy sólida dentro de la institución. Él ha venido trabajando, además, participando en la comisión coordinadora sobre flujos migratorios y se convirtió en un periodo de tiempo por los últimos dos o tres meses en un asesor estratégico sobre los temas de Nicaragua, así que auguramos que don Óscar Solís va a abrir la posibilidad de seguir fortaleciendo lo que necesitamos", dijo Campbell sobre la designación del encargado.
Rangel ocupará su nuevo puesto a partir del 5 de noviembre.
El último embajador de Costa Rica en Nicaragua fue Eduardo Trejos Lalli, quien se desempeñó en ese país durante la administración de Luis Guillermo Solís y los primeros meses del gobierno de Carlos Alvarado, hasta junio pasado. Cuando regresó, asumió la jerarquía de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS).
Costa Rica también tiene como jefa de delegación a una encargada de Negocios en Venezuela, desde el 2015.
La crisis originada por la represión del presidente nicaragüense Daniel Ortega contra las protestas que iniciaron en abril, en las que se produjeron más de 320 muertos, ha provocado la pérdida de 100.000 empleos, según el gobierno, aunque economistas independientes estiman una cifra cercana a 350.000.
La proyección del Fondo Monetario Internacional (FMI) es que la economía de ese país cerrará el 2018 con una contracción del 4%, producto de la inestabilidad política.