Costa Rica cerró sus consulados de São Paulo y Río de Janeiro porque destituyó a los cónsules honorarios que estaban destacados en estas ciudades, las más grandes de Brasil, a causa de un desacuerdo sobre las placas diplomáticas que utilizaban sus carros.
Producto de la decisión, cualquier ciudadano que desee realizar gestiones ante el gobierno de Costa Rica, sea costarricense o de cualquier otra nacionalidad, deberá acudir a la embajada en Brasilia, a más de 1.000 kilómetros de distancia en cada caso. También, podrían acudir a los consulados honorarios de Florianópolis y Curitiba (a 700 y 400 kilómetros de São Paulo, respectivamente).
Dichas oficinas emiten y reciben documentación oficial en casos como auxilio por pérdida de pasaporte, tramitación de visas, validación de títulos académicos, permisos y otras funciones administrativas.
El cierre de las sedes, que es calificado como temporal por parte de la Cancillería, se produjo el 15 de julio de este año luego de que la misión de Costa Rica en Brasil enviara un informe a la Dirección General del Servicio Exterior, en el que reseñaba supuestas irregularidades en el uso de tres placas.
La Dirección del Servicio Exterior "tuvo conocimiento de que había tres vehículos con placas diplomáticas acreditadas en Brasil como si fueran vehículos oficiales de la Misión, pero que no se encontraban inventariados en la embajada, ni en la Cancillería", señaló la Cancillería en respuesta a consulta de La Nación.
En el informe, la delegación de Costa Rica en Brasil señaló que uno de los vehículos estaba en posesión del hoy ex vicecónsul honorario de Costa Rica en Río de Janeiro, Marcos Levy, y las otras dos placas en poder del excónsul honorario en São Paulo, Víctor Nacim Abud.
La Dirección del Servicio Exterior confirmó que no era correcto que dichos vehículos tuvieran placas diplomáticas, por lo que se pidieron explicaciones a ambos exfuncionarios.
De acuerdo con el informe, Levy indicó que a él sí le correspondía tener placas diplomáticas, pero el Servicio Exterior sostuvo que no. Por otra parte, Víctor Nacim Abud no compareció.
"Por tanto, se procedió a separarlos de sus cargos a partir del 15 de julio pasado", agregó la oficina de prensa del Ministerio de Relaciones Exteriores.
El informe fue enviado a San José como parte de una revisión de consulados que inició el año pasado el Departamento Consular de la Dirección General del Servicio Exterior.
La revisión implicó la apertura de expedientes "de cónsules y vicecónsules honorarios de Costa Rica en el mundo, con el fin de mantener el orden del registro de nombramientos de dichos funcionarios", añadió la vocera de la Casa Amarilla.
De momento no hay fecha de apertura para las nuevas oficinas en São Paulo y Río de Janeiro, que operaban desde las residencias de los cónsules honorarios.
La Cancillería agregó que, para legalización de documentos, ya no se requiere del servicio consular gracias al proceso de apostilla que empezó a funcionar en Brasil el 14 de agosto. "Existen múltiples oficinas ofreciendo el servicio en las capitales estatales. En Río de Janeiro hay 71 oficinas que realizan la apostilla y 138 en Sao Paulo, por lo que la Cancillería no prevé una afectación sustancial de ese servicio por el cierre temporal de los consulados Honorarios en esas jurisdicciones", dijo la Casa Amarilla en un comunicado.
Un consulado honorario es una oficina de representación administrativa de un país en el extranjero, que se basa en la casa de habitación o en la oficina del cónsul quien, por lo general, es un ciudadano del país receptor. En este caso, ellos son brasileños.