La costarricense Christiana Figueres, exsecretaria de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, sostiene que los diputados deberían cerrarle el portillo a la explotación petrolera en el país para evitar que, en el futuro, “cualquier gobierno, de cualquier partido político” no caiga “en la equivocada tentación de empezar un proceso de de exploración”.
Así lo afirmó después de que los diputados se mostraron reacios a reunirse con ella para hablar sobre el tema, en vista de que en la Asamblea se discute el proyecto de ley 20.641, que prohibiría la exploración y explotación petrolera, y abriría las competencias de la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) al desarrollo de otras tecnologías.
En Costa Rica, la actividad petrolera está vedada pero por decreto, no por ley.
-Entremos en lo principal: el proyecto de ley de combustibles para prohibir la exploración y explotación petrolera. ¿Por qué es necesario hablar con los diputados al respecto?
Este es un tema bastante técnico, me parece. Ningún ser humano tiene la obligación de saber sobre todos los temas.
A los diputados y diputadas su trabajo les exige saber de todo. Entonces, obviamente cada vez que se encaran a cierta legislación de un tema específico, tienen que educarse, tienen que buscar información.
Si en el país tenemos una persona como esta humilde servidora, con 30 años de estar metida en el tema, pues hagamos un uso de las personas que tenemos en el país. Dichosamente yo estoy acá en Costa Rica por la pandemia, normalmente no estoy acá y no habría podido conversar directamente con los diputados.
Estando yo en el país, habiendo visto y participado activamente en la evolución del sector petrolero durante los últimos 30 años, me parece que es lógico que los diputados digan: ‘bueno, venga, cuéntenos’; y no es vinculante, para nada. Ellos son la última autoridad en ese sentido sobre la legislación que pase la Asamblea.
Es simplemente compartir con ellos por dónde veo que ha pasado la evolución histórica del sector del petróleo y el gas, y dónde está ese sector ahora.
-¿Cómo está el sector petrolero actualmente?
He concluido, después de pensar mucho en esto, que si a nosotros los ticos se nos hubiera ocurrido explorar petróleo hace 30 años, pues tal vez hubiera sido algo interesante, en un momento diferente de la industria, cuando tenía muchísima fluidez de capital, mucho flujo de caja, mucho capital de riesgo y estaban activamente buscando más y más y más posibles yacimientos en el mundo.
Hoy por hoy, ya eso no es así. Primero, ya están (los productores) muy bajos de capital de riesgo, lo cual quiere decir que no se van a aventurar a meterse a buscar acá petróleo, cuando no tienen idea de si hay.
Es muy diferente meterse a buscar petróleo en Guyana, que está a la par de Venezuela, que tiene el mismo yacimiento y saben que hay muy alta probabilidad de que haya petróleo, a venir a buscarlo en Costa Rica, que no tenemos fuentes conocidas de petróleo cerca y la poca exploración no nos ha dado ningún resultado. Aquí sería completamente a la deriva.
-¿Qué implicaría dar una concesión de ese tipo en el país?
Para que una industria del petróleo haga hoy una exploración sin tener siquiera la sospecha de que podría encontrar algo, hay que ofrecerles un paquete financiero que le saldría muy caro al país.
Hay que ofrecerles exención de impuestos, una concesión con unos términos financieros que, para ellos, son por supuesto muy beneficiosos, pero a nosotros nos mata el fisco.
Entonces, en una situación en que de todas maneras estamos desequilibrados fiscalmente, agarrar dineros escasos de Costa Rica para subsidiar una industria que ya se viene de pique, no es responsable con el fisco costarricense.
-¿En qué calidad se presentaría usted para hablarles a los diputados? ¿Es por el bagaje que tiene, por su participación internacional?
Tengo más de 30 años, empecé a trabajar en estos temas en los 90, por ahí del 94. Siempre en el ámbito global. Trabajé negociando la convención de cambio climático por Costa Rica, pero a nivel global.
El cambio climático es causado, en un 75%, por la quema de combustibles fósiles: carbón, petróleo y gas natural. Obvio los que nos metemos en el tema del cambio climático, sabemos qué lo causa. Yo me he metido muchísimo en temas de petróleo y gas.
He trabajado muy muy de cerca con todos los CEO de las compañías de petróleo y gas europeas, que piensan más a largo plazo, mientras las compañías de Estados Unidos están todavía, desafortunadamente, amarrados a una realidad, tanto política como industrial, donde ya se les mueve mucho el terreno por debajo, están con mucho riesgo y no lo manejan constructivamente.
-¿Qué implica la explotación y comercialización del petróleo?
Yo nunca he demonizado la industria del petróleo y gas. En la gran mayoría de países, con excepción de Costa Rica, hay electricidad producida por combustibles fósiles y el hecho de que haya una industria es por ellos.
Tenemos que agradecerles a los combustibles fósiles que, a partir de la revolución industrial, todo el desarrollo humano, económico, industrial que hemos tenido en el planeta ha sido gracias a su quema, pero su momento de contribución al avance del bienestar humano fue en el siglo XX.
Ahora ya sabemos que la quema de combustibles fósiles es nociva para nuestra salud; no sirve para la salud del planeta, y ya tenemos alternativas que antes no teníamos.
Hoy, tenemos cualquier cantidad de alternativas para producir electricidad y son las que usamos en Costa Rica: viento, solar, solar concentrado, geotermia; recursos que no son nocivos, ni para nuestra salud, ni para el planeta.
Con agradecimiento por lo que hicieron en el siglo XX y con respeto, ya hay que decir ‘señores, muchas gracias, van ustedes al museo, les vamos a hacer un museo muy bonito, pero vamos para delante con las tecnologías del siglo XXI’.
-Ahora, en cuestión del proyecto, el texto que está ahí. En lo técnico, ¿cree que falte algo?
-Es que desde la perspectiva técnica, lo que hay que hacer aquí es cerrar el portillo para que cualquier gobierno, de cualquier partido político, en cualquier momento del futuro, no se le ocurra caer en la equivocada tentación de empezar un proceso de concesión de exploración de petróleo.
Sería un error tan garrafal. Se trata de cerrar ese portillo. No es necesario, no es aconsejable, no va de acuerdo con la marca país. La marca país depende de nuestra intachable posición en la industria turística. Son pocos los países que pueden atraer un turismo por sus recursos naturales: parques, costas, fauna terrestre y marina, eso es lo que trae turistas.
Cualquier cosa que atente contra eso es demasiado irresponsable. Aquí, en el momento en que empecemos a meter exploraciones de petróleo, se nos va al carajo el turismo, porque cómo competimos con otros países que tienen eso también. No, aquí se trata de cerrar el portillo a cualquier gobierno, independientemente del partido político, por el bien del país.
-¿Qué le han dicho por la vía oficial sobre la reunión? Inicialmente se había agendado para el martes (16 de junio), pero no hay decisión de los diputados si la van a recibir o no.
-Pues mire, estoy a la espera de que me confirmen eso. He oído runrunes, como rumores de que, a lo mejor, esa conversación del martes no se dé.
A mí, sinceramente, me parecería muy triste, porque esa conversación no tiene que ver con partidos políticos. Es una netamente técnica, para que ellos tengan un punto de vista, que no tiene que ser el único, porque todo el mundo tiene su punto de vista.
Yo no lo tomo a pecho, no me ofendo. Sinceramente, hay muchas autoridades en el mundo que me piden que viaje, tres veces alrededor del planeta, para ir a dar este tipo de opiniones.
Hasta cierto punto, me parece irresponsable tomar una decisión tan importante sin escuchar los puntos de vista de personas que tienen cierta cancha en el tema. Yo no estoy diciendo que mi visión sea la única.
En fin, no sé qué van a decidir, pero si lo cancelan, es muy triste.
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