Carlos Alvarado: si toda la población no ingresa a la cuarta revolución industrial, la desigualdad se ensanchará

Mediante una comparación con la serie Game of Thrones, el presidente explica por qué lo más importante que puede hacer en este momento su gobierno es la reforma del sector educativo

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“Esto se parece mucho a Game of Thrones. Nosotros estamos peleados aquí a lo interno, todos contra todos, y por allá (señala atrás a la altura de la espalda) vienen los White Walkers…. ¿Qué es lo que viene por allá? Por allá viene un cambio tecnológico que todos lo estamos experimentando”.

Con esa imagen, el presidente Carlos Alvarado procura explicar su preocupación por el nivel educativo de la población ante la llegada de la cuarta revolución industrial, la cual implicará que la automatización, la robotización y la inteligencia artificial asumirán muchas funciones que hoy ejecutan humanos.

“Si toda nuestra población no ingresa a ese mundo de la cuarta revolución industrial, lo que ya es una brecha que, la tenemos en el país, se ensancha”, afirmó Alvarado.

Dicha ola también está marcada por avances tecnológicas como la nanotecnología, computación cuántica, biotecnología, internet de las cosas (IoT), impresión 3D y vehículos autónomos.

De acuerdo con Alvarado, una parte de la población, altamente educada, accede a puestos de trabajo bien remunerados y de alta tecnología, por ejemplo en 300 empresas transnacionales, muchas de ellas provenientes de Silicon Valley, California, Estados Unidos.

En tanto, otra parte de la población no logra acceder a ese tipo de trabajos por falta de capacitación.

“En Costa Rica, hoy, de las 2 millones de personas que componen la población económicamente activa (PEA), un poco más del 50% no tiene la secundaria; y también, cuando vamos a los ingresos, las personas que tienen secundaria, por poner una línea, ganan 2,5 veces más que las personas que no tienen secundaria”.

“Las personas altamente educadas o más calificadas tienden a conectarse en este sector más fácilmente o en las partes altas del otro sector; y la gente bajamente calificada tiene mayor dificultad para insertarse exitosamente en empleabilidad o emprendimientos o sufre mayor desempleo como lo vemos en las cifras: gente joven, mujeres, baja escolaridad y con mayor impacto fuera del GAM porque ahí es donde tenemos que generar más estas oportunidades”.

¿A qué le apuesta el gobierno para evitar que se profundice esa desigualdad?

Según el mandatario, en este momento, no hay tema más importante que la reforma de la educación pública.

“Es crítico que hagamos eso rápidamente, por eso la educación es central para nivelarnos en eso. Entonces, para ver acciones concretas: uno es el plan de una mejora profunda en educación haciendo mejor uso de esos fondos disponibles porque es la tarea más crítica probablemente y probablemente la de menor incentivo político, porque eso no se ve en el espacio de un año, de dos años, de tres o de cuatro, pero eso es lo más importante que hoy podemos hacer y es lo que yo estoy empeñado en hacer”, afirma el mandatario.

De acuerdo con Alvarado, ordenó una “mejora decidida” de la educación pero aprendiendo de los errores del pasado, cuando se creyó que al subir la inversión, directamente, en una ecuación directa, subía la calidad y la cobertura. “Eso no se dio así”, asegura.

Por ello, Alvarado apuesta a una mejora educativa con cambios estructurales dentro del Ministerio de Educación (MEP) que, entre otras cosas, contemple inclusión tecnológica haciendo un uso eficiente de los presupuestos.

Los cambios de fondo

En se sentido, mencionó cuatro ejes de su reforma que contienen diez acciones, una de ellas son las pruebas Faro, las cuales sustituyen a las de bachillerato y se aplicarán a partir del 2020.

Los cuatro elementos son: mejor dirección, mayor conexión, más instalación y una educación en igualdad de condiciones con acceso para “todas y todos”.

En cuanto a lo primero, Alvarado explicó que se trata de mejorar la calidad de los directores de todas las escuelas y colegios del país, mediante la capacitación y la selección en el reclutamiento.

También, a través del empoderamiento, reforzando sus capacidades de decisión para que, por ejemplo, puedan definir la contratación de una vacante.

En la actualidad, de acuerdo con el presidente, tal decisión de contratar a un docente está centralizada en las oficinas centrales del MEP en San José.

El proceso para llenar una vacante debe atravesar un proceso burocrático que inicia en el centro educativo, incluye a los circuitos, direcciones regionales y después a las oficinas centrales. Luego, el expediente retorna por las mismas escalas a la escuela o colegio.

Por su parte, la conexión está relacionada con la inclusión digital. Ahí mencionó la llamada Red Educativa del Bicentenario, la cual Alvarado lanzó en agosto anterior.

Se trata de una red de fibra óptica que dará Internet de banda ancha a 4.659 centros educativos públicos y otras dependencias del MEP, con una velocidad sobre 10 Megabits por segundo (Mbps).

De cumplirse, Costa Rica sería el primer país del planeta en enlazar a todas sus escuelas con tecnología de punta, al sustituir, con esa red, a las actuales 6.000 conexiones aisladas de salida a Internet en los centros educativos.

Mientras, el componente instalación está relacionado con el desarrollo de más infraestructura.

“A eso le llamo instalación. Tenemos muchos problemas problemas con la materia de infraestructura que, a la larga, no está terminando ser por un problema de fondos. Es un problema de gestión", aseguró el presidente.

Alvarado, dijo, busca cambiar la realidad actual, en la cual unos 100 funcionarios de la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) del MEP centralizan las mejoras y construcción de nueva infraestructura.

Añadió que dicha modalidad provoca que en algunos casos se pase hasta tres gobiernos para completar una obra.

Desarrollando los tres aspectos anteriores, el país puede aspirar a mayor inclusión de los niños a la educación, dijo.

Ese es el último eje, según Alvarado, el cual tiene la finalidad de que un estudiante de la Cruz, en Guanacaste o de Coto Brus, en la zona sur, acceda a la misma formación que uno de San José.

Los dos sectores desiguales

De avanzar en todos esos cambios, según el presidente, el país también podrá disminuir la desigualdad social existente, dividida en dos sectores.

Uno focalizado en el Gran Área Metropolitana (GAM) que crece mucho, absorbe fuerza laboral bien formada y paga buenos salarios, pero que genera menos empleo.

Se trata del asociado a multinacionales, seguros, telecomunicaciones, banca, otras instituciones financieras y seguros.

Y, el otro, es el vinculado al comercio, la manufactura y a la agricultura. Este sector tiene mayor presencia fuera del GAM, es el más grande del país, absorbe más empleos sobre todo a trabajadores menos calificados, pero crece poco; según el mandatario.

“Costa Rica es un país que no está apostando a la extracción de minerales o a ese tipo de actividad para crecer. Costa Rica apuesta a su gente, el talento humano, las personas, esa es la riqueza de Costa Rica, en personas, rica en personas de alta calidad, por eso es que viene la inversión. Entonces, ahí la educación es uno de los servicios centrales, sino el fundamental”, puntualizó.