El presidente de la República, Carlos Alvarado, no cree que la ruta para salvar las pensiones de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM) sea la de crear impuestos específicos para ayudar a financiar el régimen, a pesar de que así lo propuso la Junta Directiva de la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS).
El mandatario propone que el debate tenga como base el crecimiento económico del país o la generación de propios ingresos a través de la innovación.
Así lo sostuvo Alvarado este jueves en Casa Presidencial, luego de que la CCSS acordara discutir la generación de nuevos ingresos mediante impuestos a la robotización, riqueza, licores, cigarrillos y juegos de azar como parte de las alternativas para fortalecer el principal régimen de pensiones del país.
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“Yo me decanto por las opciones de sostenibilidad económica (del país). Todas las propuestas que estamos planteando buscan de dónde tomamos la plata, pero no dicen cómo vamos a crecer más para no empobrecernos más”, consideró Alvarado este jueves, desde Casa Presidencial.
“Mientras nosotros sigamos creciendo al 2%, al 3% y no todos los sectores de la economía crezcan, vamos a seguir empobreciéndonos. Es una discusión estructural”, añadió el presidente.
Según Alvarado, otra posibilidad sería que instituciones como la Caja generen sus propios ingresos a través de la venta de servicios de investigación, para lo cual esa entidad tiene potencial.
“La discusión tenemos que orientarla en esa dirección y eso tiene que ver con mucha innovación (…). Tampoco creo que sea, exclusivamente, una ruta tributaria lo que nos va a sacar de eso”, aseguró el mandatario.
El IVM es el principal sistema de pensiones de Costa Rica que, hasta junio pasado, contaba con 280.433 beneficiarios.
Sus ingresos se alimentan del aporte de más de 1,5 millones de trabajadores cotizantes, casi 88.000 patronos y el Estado.
Tiene una reserva de ¢2,75 billones, según el estado financiero del IVM, con corte al mes de junio, pero las proyecciones prevén problemas de financiamiento en el futuro.
Actualmente, el patrono aporta al IVM el equivalente a un 5,25% del salario de cada trabajador, el trabajador un 4% y el Estado, un 1,41%, para un total de 10,66%
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El pasado 8 de abril, la Junta Directiva de la Caja aprobó la Política de Sostenibilidad Financiera y Actuarial del Régimen de Invalidez, Vejez y Muerte 2019-2022, la cual establece un cronograma de trabajo para discutir alternativas para su fortalecimiento.
En ese plan, además de valorar recurrir a los tributos y flexibilizar requisitos para aumentar el número de cotizantes como trabajadores independientes, propone elevar la edad de retiro de los 65 años en la actualidad hasta los 70.
Sin embargo, en este último aspecto, ofrece al trabajador la posibilidad de elegir la edad de retiro.
Otra opción que será sometida a discusión es la de redirigir hacia el fondo de pensiones cargas sociales patronales que financian a entidades públicas.
En esa misma misma ruta, la Caja discutirá invertir hasta el 10% de la reserva del fondo en el financiamiento de obra pública, el 3% en instrumentos bursátiles del extranjero y elevar el monto anual a prestar de la cartera hipotecaria de la institución autónoma.