Este miércoles, avanzó en la Asamblea Legislativa un proyecto de ley que busca la inclusión de más alimentos nutritivos dentro de la canasta básica tributaria, en la que se encuentran los productos gravados con un 1% en lugar de un 13% de impuesto al valor agregado (IVA).
Los diputados de la Comisión de Asuntos Sociales aprobaron un texto sustitutivo para dicho expediente (número 21.265) y lo dictaminaron afirmativamente.
El dictamen afirmativo del proyecto de ley recibió siete votos a favor y dos en contra. Ahora, el plan pasará a análisis del plenario legislativo.
Los votos en contra fueron de la liberacionista Yorleni León y de Ignacio Alpízar, del bloque independiente Nueva República.
Xiomara Rodríguez, presidenta de la Comisión de Asuntos Sociales y jefa de fracción del Partido Restauración Nacional (PRN), impulsor de la iniciativa, dijo que el objetivo es que se tome en cuenta la variable nutricional a la hora de definir el ingreso de un producto a la canasta básica tributaria.
La reforma fiscal del 2018 (ley 9635) estableció que, en la canasta básica, se incluirían los productos de mayor consumo de los dos deciles de menos ingresos de la población.
No obstante, desde su nacimiento, esa canasta básica tributaria fue blanco de críticas, pues quedaron excluidos productos considerados como nutritivos por instancias como el Ministerio de Salud y la Escuela de Nutrición de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Entre los productos que quedaron por fuera se encuentran, por ejemplo, varios tipos de atún y algunas hortalizas, frutas y todos los crustáceos y moluscos.
El propósito del proyecto de ley es que, en adelante, para seleccionar los alimentos que formarán parte de la canasta básica tributaria no solo se tome en cuenta si son de alto consumo de los estratos de menos ingresos, sino que también sean nutritivos.
El Ministerio de Hacienda es el ente a cargo de determinar cuáles productos forman parte de la canasta básica tributaria.
“Podrán ser (productos) baratos, podrán ser los más consumidos, pero no necesariamente son los más nutritivos. Con esto nos garantizamos que sean nutritivos”, expresó la diputada restauracionista.
Cambio técnico en la ley
Actualmente, la ley 9635 establece que la canasta básica “será revisada y actualizada cada vez que se publiquen los resultados de una nueva encuesta nacional de ingresos y gastos de los hogares. Esta canasta se definirá con base en el consumo efectivo de bienes y servicios de primera necesidad de los hogares que se encuentren en los dos primeros deciles de ingresos, de acuerdo con los estudios efectuados por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)”.
La propuesta de ley dice que esa revisión ya no se basará en el consumo de los dos primeros deciles de ingresos, sino en los primeros cuatro.
Los deciles se utilizan principalmente para definir sectores socioeconómicos, según ingreso per cápita familiar. Los deciles más bajos representan a las familias de menores ingresos, mientras que los más cercanos al 10, a las de mejor condición económica.
Según Rodríguez, si bien el nuevo texto sustitutivo propone agregar a la canasta básica productos que serían más caros, ayudaría el hecho de que, al entrar en esa lista, quedarían casi exentos del IVA.
Eso, a su vez, haría más asequibles para las personas de escasos recursos productos saludables que, por lo general, son los más caros.
“Pueden ser ahora más caros, pero al incluirse en la canasta básica y exonerarse, bajarían de precio, lo que los haría más asequibles para las familias de menores ingresos. Así no hacemos clasificación de quiénes pueden consumir un alimento nutritivo en este país y quiénes no”, enfatizó.
La diputada fue enfática en que el objetivo del proyecto de ley no es decir cuáles productos deben incluirse en la canasta, sino que sean los técnicos quienes lo decidan.
“Lo que queremos es que la incorporación o exclusión de los alimentos de uso técnico de Hacienda esté basada en la recomendación de entidades como el Ministerio de Salud, el Colegio de Nutricionistas, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) y el mismo Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC)”, explicó Rodríguez.
Con la creación de la canasta básica tributaria, unos 35 productos que antes estaban exentos del IVA quedaron excluidos.
Según la legisladora, eventualmente, algunos de los alimentos que quedaron por fuera podrían reincorporarse, pero también podrían sumarse otros que no habían sido contemplados antes.
“No necesariamente deben sumarse todos, sino que, a través de una valoración técnica con todas estas instituciones, se hagan los ajustes necesarios para incluir los que tengan los requerimientos para una mejor nutrición de los sectores más desprotegidos”, concluyó.
La verdiblanca Yorleni León justificó así su voto negativo de este miércoles:
“Olvida el proyecto que los patrones de consumo de la población pocas veces pueden empatar con tasas impositivas, y eso me parece que es un asunto relevante porque tiene que ver con el fondo de este proyecto”.
“También deja por fuera las observaciones que hizo la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS), que en una de sus citas destacó que el proyecto de ley carece de estrategias o de intervenciones para aplicar, posteriormente, a la elaboración de una canasta básica tributaria saludable, como ellos la denominaron”.
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