El presidente de la República, Carlos Alvarado, manifestó este martes a los diputados que, tal vez, llegó el momento de repensar la Constitución Política conforme a los tiempos actuales.
“El multipartidismo que prevalece ya hace dos décadas, nos tiene que hacer madurar y entender la gobernanza en cohabitación”, aseveró durante la presentación de su tercer informe de labores.
Alvarado habló sobre una Carta Magna que reconozca “un modelo semiparlamentario para gobernar, una identidad digital y derechos digitales para la modernidad”.
Consideró que también deberá reconocer temas como cambio climático, descarbonización, sostenibilidad, el reconocimiento en igualdad de los derechos humanos y la equidad de género.
Su idea la expuso, precisamente, ante un plenario legislativo muy atomizado en partidos, bloques y hasta diputados independientes.
La dispersión de fuerzas es tal que la agrupación que lo llevó al poder, el Partido Acción Ciudadana (PAC), es una fracción minoritaria que ocupa solo 10 de las 57 curules.
Su disminuido peso ha obligado al PAC a negociar con otras agrupaciones durante todo este periodo para poder impulsar la agenda del Gobierno.
Incluso, el pasado 1.° de mayo, una alianza de la oposición dejó por fuera a los legisladores oficialistas del reparto de plazas del nuevo Directorio.
“Puede que haya llegado el momento de discutir y repensar nuestra Constitución para la época que vivimos”, aseveró el mandatario.
“No concibo futuros gabinetes que no sean paritarios. Para estas discusiones, también es menester la madurez”, aseveró Alvarado.
Al respecto, el abogado constitucionalista Rubén Hernández, asegura que el mandatario “no sabe de lo que habla”.
“Los problemas del país no se resuelven con cambios constitucionales, sino con decisiones políticas y económicas acertadas, lo cual se ha echado de menos a lo largo de estos tres últimos años”, dijo.
A diferencia del sistema presidencialista que rige en Costa Rica desde 1913, donde el mandatario y sus vicepresidentes son electos de forma directa por el voto popular, y el mandatario conforma su gabinete; en un tipo de régimen semipalamentario existe un presidente, un primer ministro y su gabinete.
También llamado semipresidencialista, en el semiparlamentarismo el presidente es electo por el voto popular, este a su vez nombra a un primer ministro y su gabinete, pero estos dos últimos son exclusivamente los responsables ante el parlamento.
Sin embargo, si el parlamento considera que el primer ministro y gabinete no actúan de forma responsable, por ejemplo, los puede destituir aunque hayan sido nombrados por el presidente.
El en caso del sistema propiamente parlamentario, el cual no valoró el presidente Alvarado en su discurso, la conformación de Gobierno recae en los diputados, básicamente, sobre una mayoría parlamentaria.
Alvarado también recordó este martes que ante la desventaja numérica del PAC en la Asamblea, le ha correspondido afrontar los problemas nacionales sin escudarse en el discurso de la ingobernabilidad.
“Ante los enormes desafíos que nos ha tocado acometer, nos hemos concentrado en dar respuestas y no en buscar culpables. Esto ha hecho posible que avancemos”, aseguró.
También les dijo a los diputados y, al país, que la gobernabilidad depende del gobernante, de su voluntad y de elevarse sobre el interés público.
“Aun en el debate acalorado, y con madurez, hemos reconocido que la única forma de avanzar es la sinergia entre el Legislativo y el Ejecutivo. Se pudo haber escogido otra ruta, pero tendríamos tres años de paralización”, finalizó.