Al mandatario Luis Guillermo Solís "le atormenta" pensar en que la oposición, que ahora controla la Asamblea Legislativa, no le ayude con el plan fiscal que él propone para alivianar el déficit económico del Gobierno.
Así lo manifestó el presidente después de la misa en honor a San José Obrero que se realizó en la Catedral Metropolitana, a las 8: 30 a. m. de este 1.° de mayo.
"Me atormenta pensar que quienes han sido los responsables principales del déficit que hoy tenemos, que no es de mi administración, se empeñen hoy precediendo un debate que tiene que realizarse con tranquilidad en el país, diciendo que no van a ayudar al Gobierno y a Costa Rica en ese empeño", dijo Solís.
Solís habló a las 10:15 a. m. luego de que anoche diputados de seis partidos políticos se pusieran de acuerdo para asumir el control de la Asamblea Legislativa inspirados en la lucha contra la reforma de impuestos que pretenden el Partido Acción Ciudadana y el gobierno de Solís.
Media hora después de la declaración del presidente, Rafael Ortiz Fábrega, diputado alajuelense del PUSC, ganó la presidencia del Directorio de la Asamblea Legislativa para el periodo del 1.º de mayo del 2015 al 30 de abril del 2016.
El socialcristiano sumó 31 votos provenientes de los opositores Liberación Nacional (PLN), PUSC, Movimiento Libertario, Renovación Costarricense, Restauración Nacional y Alianza Demócrata Cristiana. También, se le agregaron tres votos nulos y uno en blanco, para un total de 35.
Consultado sobre qué hará ante el rechazo del grupo opositor a su plan fiscal, el presidente alegó que el plan fiscal no es un empeño del Gobierno, sino una necesidad para el país.
"Si perdemos la posibilidad de discutir con tranquilidad y hondura la condicion del déficit y no tomamos medidas al respecto, la condición de estabilidad económica que tiene Costa Rica sufrirá desmedro. El déficit es un déficit que heredamos y que hemos administrado y estamos empeñados en reducirlo pero no lo podemos hacer solos. Por lo tanto, quienes son responsables de haber llevado a Costa Rica a este punto de déficit, deberían ser los primeros en colocarse a la par del Gobierno para resolver el problema que nos dejaron", manifestó el mandatario.
Solís aseveró, días atrás, que la situación financiera del país, al parecer, no está para esperar dos años, aunque en campaña electoral él dijo que no promovería un incremento en los tributos durante los dos primeros años de Gobierno.
El mandatario, incluso, declaró que espera que los proyectos fiscales se aprueben en la Asamblea Legislativa antes de terminar este año.
No obstante, la oposición le reclama que, en las condiciones económicas actuales, Solís impulsara un Presupuesto Nacional para el 2015 con un incremento del 19% frente al del 2014.
En el 2012, cuando la administración de Laura Chinchilla intentó aprobar una reforma fiscal apoyada por Ottón Solís, parte de la fracción del Partido Acción Ciudadana (PAC) se opuso.
Ahora, con un déficit fiscal creciente, que amenaza las tasas de interés y roza el 6% del producto interno bruto (PIB), la administración Solís prepara un nuevo plan tributario.
Proyectos. El Gobierno pretende transformar el impuesto de ventas en impuesto sobre el valor agregado (IVA) y llevarlo del 13% al 15% en tres años. Esto permitiría gravar servicios que hoy están exentos, como los de abogados, gimnasios o alquieres. Además, quiere reformas en el impuesto de renta. Por ejemplo, quiere cobrar ese tributo a las cooperativas, aunque el propio Solís dijo no estar de acuerdo con ese cambio.
Hasta la fecha, el Ejecutivo solo ha mandado dos proyectos tendientes a paliar el déficit fiscal. Presentó uno para combatir el contrabando y otro contra el fraude fiscal, los cuales no han logrado llegar al plenario.
El PLN y el PUSC exigen primero mayores recortes en el gasto público. Liberación sostiene que, antes de cualquier reforma fiscal, primero se deben discutir reformas a los beneficios de los empleados públicos, las pensiones y exoneraciones tributarias.
El febrero, el mandatario agregó tres proyectos de ley a la bandeja de planes por enviar, al Congreso, para solucionar el déficit fiscal. Uno de ellos, es un proyecto para que el Ministerio de Hacienda decida si transfiere o no dinero a instituciones que mantienen ociosos recursos de años anteriores en la caja única del Estado.
Otro fue el anuncio de una reforma al régimen de pensiones con cargo al Presupuesto Nacional, que podría implicar un aumento en la edad de retiro, cambiar las reglas para heredar la pensión y garantizar que los pagos a los jubilados no crezcan por encima de la inflación.