¿Un billete tico con la imagen de la Mona Lisa?, exhibición recorre 229 años de historia del dinero

Museos del Banco Central ofrecen al público una muestra que va desde las primeras formas de papel moneda, hasta la emisión de los billetes en Costa Rica

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La Mona Lisa, la obra de arte más célebre del artista renacentista Leonardo Da Vinci, fue la figura central de un billete de ¢2, emitido en el año de 1931 por el Banco Internacional de Costa Rica, la primera entidad financiera del país netamente estatal y que unos años después pasaría a llamarse como le conocemos en la actualidad, Banco Nacional de Costa Rica.

Esta es es solo una de las curiosidades que encierran los cientos de billetes que se han utilizado en esta nación lo largo de 229 años de historia y que las personas pueden descubrir al visitar la exhibición de los Museos del Banco Central, ubicados en el edificio subterráneo, bajo la plaza de la Cultura, en San José.

Se trata de una muestra compuesta por 163 ejemplares que van desde las primeras formas de papel moneda –como vales de deuda o libranzas- hasta billetes que fueron emitidos a lo largo de los últimos tres siglos.

Desde que en 1858 se emitieran los primeros billetes costarricenses, sus diseños se han convertido en una evidencia, no solo de la historia económica del país y la época, sino también de rasgos sociales y culturales que las élites pretendieron comunicar.

Por eso no es de extrañar que en estos documentos tomen un papel preponderante en actividades vinculadas al desarrollo nacional como la caficultura, el banano o la construcción del ferrocarril. Así como otros elementos característicos de la identidad costarricense, asociadas a la paz y al medio ambiente.

Pero entonces, ¿qué hace la Mona Lisa en un billete costarricense?. La verdad es que no se sabe con exactitud.

Lo que sí está claro es que estos documentos se convirtieron en una manera de demostrar lo que era importante para una parte de la sociedad de la época, como por ejemplo: las características del modelo económico y político, las aspiraciones culturales, la forma como se relacionaban con la historia, la literatura y la ciencia, de acuerdo Manuel Chacón, historiador y curador de numismática de los Museos.

“Llama la atención que la imagen del otro lado (del billete de la Mona Lisa) es un boyero con su carreta, lo que muestra las diferentes visiones de la época, del encuentro de los valores culturales europeos con una cierta reminiscencia de la Costa Rica rural”, señaló el experto.

La presencia de la Gioconda en el billete tico sigue cautivando a propios y extraños; recientemente uno de estos ejemplares se vendió por $70.000 en una subasta en Internet, según señaló Chacón. Sin embargo, este no es el primero ni el único personaje extraño a la realidad nacional que engalanó uno de estos documentos monetarios.

El recorrido empieza aquí

El periodo colonial en Costa Rica se caracteriza, entre otras cosas, por la escasez de dinero metálico, por lo que el papel moneda comienza a funcionar como un medio de pago y documento financiero.

“El ejemplar más antiguo que nosotros conocemos data de 1789, es una deuda que una persona garantiza que tiene con otra, está en pesos de cacao, porque en esa época también funcionaba como moneda”, explicó el curador.

Otro caso que también se puede observar en la exposición, tiene que ver con la forma en que se les pagaba a los miembros del ejército durante la Campaña Nacional de 1856 contra los filibusteros.

Se trata de un vale emitido al soldado Toribio Jara, de Alajuela, por la cantidad de 7 pesos y 1 real.

“En una situación de guerra lo que menos hay es dinero en efectivo, entonces a las personas se les paga con esos vales, cuando termine la guerra o cuando el gobierno tenga dinero, se compromete a pagárselo, pero como usted no puede esperar y tiene que comer, tiene que hacer algo con eso, entonces, muchos de los soldados cogieron esos vales y fueron a comercios para pedir que se los recibieran a cambio de mercadería para la subsistencia”, relató Chacón.

Las empresas recibían estos documentos, pero por una menor cantidad del valor original, alegando que no sabían cuando el Gobierno iba a ser capaz de amortizar la deuda. Por lo que una vez que realizaban el canje, se dejaban una ganancia.

Muchos otros vales circularon a lo largo de la historia, antes de que en 1958 se comenzaran a utilizar los billetes de banco, que es lo que tenemos actualmente.

Estos documentos continúan siendo papel moneda, por sus características físicas, pero por sus características de emisión, se les conoce oficialmente como billetes de banco.

Los primeros billetes de banco fueron emitidos en 1858 por el Banco Nacional de Costa Rica, fundado por el presidente de ese entonces Juan Rafael Mora Porras y por un empresario argentino llamado Crisanto Medina. La entidad financiera tuvo una vida muy corta: un año de existencia, debido a una mala inversión del capital que tenían y que al final perdieron.

Circularon muy poco, por lo que son muy escasos y raros. Además, tienen la particularidad de ser los primeros billetes en contar con el retrato de un presidente de la República, mientras este todavía se encontraba en el cargo.

Esto solamente ha pasado en cinco ocasiones: con Juan Rafael Mora Porras, Tomás Guardia, Próspero Fernández y Alfredo González Flores. Mientras que en 1987, el Banco Central sacó unas monedas con el rostro de Óscar Arias, para conmemorar su obtención del premio Nobel de la Paz, y que tienen capacidad de pago legal.

El documento también cuenta con la imagen de una mujer, de quien se dicen muchas cosas, como que es una simple imagen decorativa, sin embargo, por la época, el peinado que tiene, parece guardar mucha similitud con la reina Victoria de Inglaterra, cuando era joven.

“Usted me dirá, ¿por qué la reina Victoria en un billete de Costa Rica? Costa Rica prácticamente desde la década de 1840, cuando se va consolidando la exportación del café a Europa, tiene a Inglaterra como su principal mercado. De hecho, hay otros billetes donde sí hay personajes ingleses identificados o de la corona”, aclaró Chacón.

Esto se puede observar en los billetes emitidos por el Banco Anglo, capital inglés y costarricense, en los cuales aparece la princesa Alexandra de Dinamarca, quien se casó con el príncipe Eduardo de Gales, en 1863, y los billetes fueron emitidos en 1864, justo un año después del matrimonio. Eduardo era hijo de la reina Victoria.

“Fue un evento muy importante a nivel mundial, como los que hay ahora en la realeza, con un gran despliegue a nivel de periódicos y demás, su imagen se puso como parte del capital inglés".

Lo cual, es especialmente llamativo, considerando que solo dos mujeres costarricenses han tenido sus retratos plasmados en billetes: Emma Gamboa y Carmen Lyra. Esto a pesar de que se han incluido distintas figuras femeninas mientras recogían café, cargaban el banano o realizaban otro tipo de actividad, pero nunca se les había identificado directamente.

Leones, águilas y ¿Cristóbal Colón?

En 1896 se da un cambio muy importante en Costa Rica, el nombre de la moneda pasa de llamarse peso a colón.

El presidente de aquel entonces, Rafael Yglesias, introduce una reforma monetaria que establece el patrón oro, “es decir, que ya todas las monedas y billetes van a estar respaldadas por oro y no como antes que eran monedas de oro y plata”.

En 1892, se habían celebrado los 400 años de la llegada de Cristóbal Colón a América, por lo que en ese contexto, el primer país en ponerle colón a su moneda fue El Salvador, seguido de Costa Rica cuatro años más tarde.

Los primeros billetes bajo la denominación colón son emitidos por el Gobierno, y en ellos aparece una figura del navegante y comerciante.

Cuando muchos piensan en los animales que adornan los billetes de Costa Rica, probablemente lo primero que venga a la mente sea el tucán, los tiburones, el perezoso o el mono cariblanco, entre otras especies que han dado vida a la moneda nacional.

Pero, ¿qué tal un león o un águila de cabeza blanca, como el símbolo nacional de Estados Unidos? Pues, estos animales también son parte de la historia de los billetes de nuestro país, aunque la mayoría de los costarricenses nunca hayan visto uno de estos ejemplares.

El rey de la selva fue la figura central en una de las emisiones del Banco de Costa Rica del año 1899.

La entidad financiera nació en el año de 1877, bajo el nombre de Banco La Unión, pero 1890 cambió su denominación, la cual mantiene hasta la actualidad. Fue muy importante durante el siglo XIX, porque se encargó de administrar todas las rentas del Estado; es decir, una gran parte de lo que tenía que ver con impuestos y hacienda pública.

El Banco de Costa Rica es el más antiguo del país.

El Banco Mercantil de Costa Rica fue fundado el 13 de junio de 1908, dos años después emitía billetes de distintas denominaciones, con un águila de cabeza blanca como figura central en una de sus caras. La entidad vendió sus acciones en 1925 a otro banco, llamado Royal Bank de Canadá, el cual nunca emitió billetes.

Durante el siglo XIX y principios del siglo XX, se puede observar que los billetes son muy similares a los de otros países o que tienen imágenes de otras partes del mundo.

En parte esto se debe a que las casas impresoras eran pocas, debido a las muchas medidas de seguridad que debían cumplirse. Por ello, los bancos o gobiernos pedían que las mejores y más reconocidas firmas se encargaran de producir su dinero.

Estas empresas, a su vez, tenían un repertorio de imágenes que se le ofrecían al cliente, quien al final seleccionaba las que más eran de su agrado. En el caso de los billetes actuales, todas las imágenes que se utilizan, son específicas de cada país, no genéricas como antes.

“Sin embargo, una cosa que determina mucho el diseño de los billetes es la colocación de las medidas de seguridad, es ahí donde los diseños empiezan a parecerse. Porque la distribución y posición de las medidas de seguridad en los papeles, propias del material, más las medidas de seguridad impresas, no pueden chocar”, indicó el curador de la muestra.

A esto también se suman las modas en el uso de ciertos colores o figuras alegóricas.

Un solo emisor

El Banco Internacional de Costa Rica se funda en 1914 durante la administración de Alfredo González Flores, con el objetivo de financiar actividades agrícolas, que no necesariamente estuvieran relacionadas con el café.

Para 1922 se convierte en el emisor único de billetes y en 1936 cambia su nombre a Banco Nacional, el cual contaba con tres departamentos: Emisor, Comercial e Hipotecario.

Sin embargo, luego de esta transformación, aun era común entre 1937 y 1938, encontrar billetes con el nombre del Banco Internacional y con un sello encima que decía Banco Nacional. Esto cambió a partir de 1939 cuando empiezan a llegar la nuevas emisiones con la denominación correcta.

En 1950, el departamento emisor del Banco Nacional se convirtió en el Banco Central de Costa Rica y la misma estrategia tuvo que implementarse para los billetes que circulaban en aquel entonces.

La exhibición de los Museos del Banco Central profundiza en otros elementos de la historia de los billetes y de los bancos del país, los cuales podrán ser apreciados por el público durante los próximos nueve meses que estará disponible la muestra.

Además, el sábado 28 de julio a las 10 a. m., el historiador y curador Manuel Chacón, ofrecerá la conferencia titulada ‘El origen del papel moneda’. En ella compartirá cómo algunos documentos fueron aceptados como medios de pago por medio de endosos o firmas al acreedor.

Los Museos del Banco Central abren sus puertas al público de martes a domingo de 9:15 a. m. a 5:00 p. m. Actualmente, se encuentran renovando las instalaciones del Museo del Oro Precolombino, por lo tanto, el costo de la entrada se redujo a ¢1.000 para nacionales (aplicando un 50% de descuento) y $9 para extranjeros.