Primera estación de bomberos de Costa Rica recuperará su esplendor

Inmueble es propiedad del INS y será sometido a un proceso de restauración, así como de reforzamiento estructural

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El edificio que albergó la primera estación del Cuerpo Bomberos en todo Costa Rica, volverá a contar con su belleza y esplendor original. El inmueble, construido entre 1932 y 1933, será sometido en los próximos días a un proceso de restauración y reforzamiento estructural, según anunció este jueves su propietario, el Instituto Nacional de Seguros (INS).

La antigua estación de bomberos se erige frente a la esquina noroeste de la iglesia de La Merced. Inicialmente fue un edificio de dos plantas en concreto armado, con entrada en la esquina, por donde salían los ahora pequeños y antiguos carros, sonando sus campanas, anunciando a los josefinos que iban de camino.

Se ubica también junto al edificio que albergó al antiguo Banco Nacional de Seguros, origen del INS; ambas estructuras se caracterizan por ser exponentes del estilo art déco.

En esta última edificación opera actualmente la sede corporativa La Merced del INS.

Obras a realizar

El proceso de restauración se realizará bajo la supervisión del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ), indicaron las instituciones por medio de un comunicado.

Si bien la idea es rastaurar la totalidad del edificio, durante estos trabajos se deberá tener especial cuidado en conservar elementos de particular importancia como el lucernario, detalles en paredes y vigas, barandas de escaleras en hierro, ornamentación de la fachada, detalles en pisos, ventanas con su sistema de apertura original y marcos de metal, así como las figuras de bombero en el primer nivel, que evidencian su uso original.

Por otro lado, se planea eliminar los muros de bahareque sin continuidad desde los pisos superiores hasta la base, para dar seguimiento a lo recomendado en el estudio de vulnerabilidad sísmica.

“Otro factor que fundamenta esta medida es el hecho de eliminar los elementos considerados frágiles como lo son las paredes de arcilla que generan mucha rigidez, pero poca resistencia y poca capacidad de deformarse inelásticamente”, apunta el documento.

En una fecha sin determinar, a los dos pisos originales se les adicionó un tercer nivel hecho de concreto armado y con una azotea, a esta a su vez se le construyeron paredes perimetrales en bahareque francés y se techó, conformando un cuarto nivel.

Sin embargo, estas paredes de bahareque no cuentan con el refuerzo y continuidad necesarios para mantenerse adosadas al edificio, poniendo en riesgo la seguridad de los peatones, por lo que serán eliminadas y se recuperará la azotea del tercer nivel.

La decisión de prescindir de este añadido también se fundamenta en que no tienen “la calidad constructiva del resto de la edificación, por lo que su eliminación resaltará las proporciones y detalles del edificio”.

Una vez que las obras finalicen, el inmueble sería utilizado como una sede del INS.