San José
El presidente de la República, Luis Guillermo Solís, confesó esta mañana en conferencia de prensa que la noticia sobre la inscripción de 4 sitios arqueológicos de Costa Rica en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco lo sorprendió "en pijamas".
La decisión tomada por el Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco se tomó a eso de la 1:05 a.m. de hoy (hora de Costa Rica), y se dio en el marco de la reunión número 38 de dicho comité la cual se celebra en Doha, Catar.
"Me siento sumamente honrado, emocionado y contento como costarricense y como historiador por ese reconocimiento tan importante que se hace al país de sus culturas ancestrales", declaró el mandatario. Esta declaratoria de la UNESCO es vital para nuestra historia e identidad nacional.
Solís sostuvo que esta declaratoria es "vital para nuestra historia e identidad nacional".
La decisión de la Unesco ubica de ahora en adelante a los sitios arquelógicos Finca 6, Batambal, Grijalba y El Silencio en una lista de cerca de 1.000 bienes culturales de todo el mundo que ahora son patrimonio de la Humanidad. Todos estos sitios se ubican en el cantón de Osa, provincia de Puntarenas.
El mandatario admitió que esta declaratoria significa un compromiso de todo el país en varios aspectos: "vamos a trabajar con mucho empeño en el desarrollo de este tesoro de la humanidad: más investigación y aprovechamiento en las comunidades".
El tema del desarrollo económico de las comunidades por medio del turismo cultural fue ampliamente discutido en la conferencia de prensa en la que también participaron la ministra de Cultura y Juventud, Elizabeth Fonseca, el ministro de Turismo Wilhem von Breymann, el director del Museo Nacional, Christian Kandler y la directora de la oficina de la Unesco para Centroamérica y Panamá, Pilar Álvarez-Laso.
"Nuestra visión es convertir la declaratoria de las esferas como un instrumento de desarrollo nacional (...) vamos a darle más vigor a una zona que estaba necesitando de nuevos incentivos para el desarrollo turístico.
Solís apuntó que la visión que se tiene ahora del patrimonio cultural es totalmente distinta a la de décadas atrás: "Entre las imágenes más aterradoras que recuerdo de mis años como estudiante universitario están las fotografías de las 'bolas' – como les decían en ese tiempo– siendo removidas por tractores de las compañías bananeras en los años 40".