El lingüista Juan Diego Quesada fue galardonado con el Premio Nacional de Investigación Cultural Luis Ferrero Acosta 2017, otorgado por el Ministerio de Cultura.
Este galardón es parte de los Premios Nacionales de Cultura que todos los años entrega dicha entidad.
Quesada es el coordinador del Programa de Lingüística Centroamericana (Prolinca), de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Nacional (UNA). Por más de 20 años, se ha dedicado al estudio, descripción, análisis y, sobre todo, al rescate de las lenguas indígenas costarricenses y centroamericanas.
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Dentro de los logros de Quesada y sus colaboradores, está la gramática de la lengua criolla de Limón, las del guaymí y el buglere –lenguas chibchas de Costa Rica–. También ha ayudado con las gramáticas de lenguas autóctonas de otros países, como la del garífuna –lengua de Honduras, Guatemala y Belice–.
Además, también elaboraron la gramática del cabécar y el año pasado se concluyó la del waunana, lengua chocó de Panamá.
Para el investigador, la elaboración de las gramáticas sirve para enviar un mensaje a las comunidades cuyas lenguas están en peligro de extinción de que estas son importantes.
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Por ejemplo, el lenguaje criollo de Limón tiene 55.000 hablantes. La idea es que los habitantes del lugar donde se habla esa lengua se apropien de ella, y que incluso puedan verse rótulos en dicho idioma.
Para el especialista, técnicamente se puede demostrar que la población afrolimonense habla una lengua autóctona, con fonología, morfología y sintaxis propias.
Por esta razón, Quesada lucha por la aprobación del proyecto de ley que reforma el artículo 76 de la Carta Magna costarricense, de manera que se le incluya como una lengua regional, con derecho a que el Estado vele por su conservación. Este proyecto ya fue acogido y presentado a la Asamblea Legislativa por el diputado Gerardo Vargas.
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"La idea es darle valor a la lengua", subrayó Quesada.
De acuerdo con el investigador, el siguiente trabajo del Prolinca será contribuir a la revitalización de estas y otras lenguas de la región, por medio de su enseñanza.
"Sería una dimensión de lingüística aplicada, el equipo que trabaja en el programa espera frutos a mediano plazo", indicó el lingüista.