Texto original publicado por La Nación el 9 de agosto de 1971.
Don Esteban Polls, el director de cine español, empeñado siempre en empresas quijotescos, aprovechó para filmar los exteriores de su adaptación del cuento de Carlos Luis Fallas “La Dueña de la Guitarra de las Conchas de Colores”.
Esto parece ser el inicio de una empresa dedicada a hacer cine para televisión. En realidad, el marco de las playas de Manuel Antonio es esplendoroso y resulta ideal para la historia que se trata de narrar en imágenes.
La idea es mezclar cine y “video tape” para, una vez pasados a este último sistema, distribuirlos dentro y fuera del país.
Nacionales y extranjeros están unidos en la empresa, que de seguir con el entusiasmo con que va, no hay duda de que conseguirá sus objetivos para bien del país.
En otras noticias:
Monólogo de ebrio ayudó a esclarecer robo
En una cantina de la capital había un ebrio que hablaba sólo. Decía que las autoridades eran ineptas porque él sabía dónde estaban llevando cosas robadas.
Al lado pasaron los detectives Mario Pérez y José Chévez. Ambos captaron la importancia del mensaje que propalaba el borracho apodado Chico Chico, por lo que le ayudaron a criticar a la policía y lo invitaron.
Al día siguiente los agentes incursionaron en casa de una señora apellido Rojas en Grecia, donde encontraron 4 máquinas de escribir robadas que habían sido llevadas por un hombre apellido Vargas.
Vargas no había tenido líos con la ley nunca, “pero alguna vez tiene que ser la primera”, dijo la policía.
Descubren restos de pigmeos de 2 mil años
Un importante hallazgo arqueológico fue realizado en la ciudad de Quibor, en el Occidente de Venezuela, según el director del museo arqueológico y antropológico de esa ciudad.
Adrián Lucena dijo que durante algunas excavaciones realizadas con el fin de mejorar la red de acueductos, se encontraron esqueletos que pertenecen a una raza de pigmeos que habrían emigrado del África a América en los años 300 antes de Cristo.
Se hallaron 42 esqueletos al igual que ídolos, instrumentos y otros objetos pertenecientes a esa raza ayamane. Ninguno de los esqueletos encontrados sobrepasaba el metro y medio.