Antigua botica de Cartago sobrevive a los estragos del fuego

Edificio pertenecía al doctor Maximiliano Peralta, quien a su muerte lo heredó a la Junta de Protección Social. En la actualidad la estructura se compone de una plaza con 18 locales comerciales

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La Botica Central de Cartago ha sido por décadas, un punto emblemático para los cartagineses, en parte por su historia y por su localización, al costado sur de la plaza Mayor, donde se ubican las ruinas del Templo de Santiago Apóstol.

Por todo lo que este lugar representa es que los ciudadanos de la Vieja Metrópoli vivieron momentos de terror la mañana del pasado lunes, cuando el fuego envolvió el edificio, donde se encuentra el negocio, hoy llamado Farmacia Central.

Mas, una vez que se disipó el humo, llegó el alivio al saber que las llamas solamente provocaron daños en el techo de la estructura y que no pusieron en riesgo los valores histórico-arquitectónicos del inmueble, por los cuales fue declarado patrimonio.

Lo anterior significa que la edificación podrá retomar su apariencia original, gracias a la documentación gráfica e histórica que existe sobre la construcción.

Así consta en el informe A-0061-2019, realizado por Verónica Solórzano, arquitecta del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural, luego de la inspección realizada el 22 de octubre, a raíz del incendio.

"En el recorrido se encuentra con que la edificación sufrió una afectación de magnitudes importantes a nivel de cubierta y cielos en un sector, principalmente. Esto se logra corroborar tanto por el estado de la lámina de hierro galvanizado que la cubre, así como por el estado de los cielos de algunos de los locales comerciales que se localizan en el sector norte del edificio.

"(...) se puede decir de manera preliminar que, fuera de la cubierta y cielos, no existe afectación relevante al resto de la estructura que compone el edificio. Es decir, tanto las paredes predominantemente de ladrillo y bahareque, así como elementos tales como ventanas y puertas, no fueron significativamente afectados.

“A nivel de pisos no se encontró daño atribuible al incendio”, indica la información.

Medicinas y una vieja báscula

Si bien, una importante cantidad de cartagineses visitaron la botica para comprar sus medicamentos, otros (como quien escribe esta nota) lo hicieron para pesarse en una vieja báscula que ahí se encontraba y que se podía utilizar sin realizar pago alguno.

Diego Meléndez, director del Centro de Patrimonio Cultural, dijo sobre el incendio que “dichosamente y gracias a la oportuna intervención de Bomberos, la afectación solo fue a nivel de techo, cielo raso y cerchas”.

Asimismo, se refirió a la importancia histórica de este sitio patrimonial.

“El edificio actual es típico de las construcciones posteriores al terremoto de 1910. En una edificación anterior destruida por este terremoto, funcionó la botica del doctor Maximiliano Peralta. Entonces, desde 1896, mantiene un importante valor de uso como farmacia, por lo que es muy querida por los cartagineses. Por otra parte, tiene decoraciones florales inspiradas en el estilo Art Nouveau, en boga a principios del siglo XX, con características del estilo Ecléctico”, explicó Meléndez.

El reconocido médico cartaginés (el hospital de Cartago también lleva su nombre) manejaba la botica en asociación con Salvador Oreamuno y José María Peralta, procurando que los precios y la calidad de los medicamentos fueran los más favorables para las personas de más escasos recursos económicos. Este hecho la hizo la favorita de muchos durante varios años, según información recopilada por la historiadora del Centro de Patrimonio, Sonia Gómez.

Luego del terremoto de 1910, Max Peralta reconstruyó en el sitio donde estaba originalmente la Botica Central, su nueva casa de habitación y contiguo, su consultorio médico y despacho de recetas.

“Cabe recordar y mencionar que el Dr. Peralta Jiménez –sobrino de Jesús Jiménez Zamora y, por lo tanto, primo hermano de Ricardo Jiménez Oreamuno– estuvo encargado, junto con su primo Manuel de Jesús Jiménez, de dirigir y planificar la reconstrucción de Cartago tras el terremoto de 1910. En esas obras se reutilizaron muchos materiales", muestra la información histórica, sobre la ilustre familia del médico, compuesta por varios expresidentes de la República.

Cuando Peralta murió en 1922, su hermana Laura se pasó a vivir a la casa del recién fallecido, conservándola con sus mejores elementos y agregándole otros nuevos, pero sin romper el orden austero anterior. Fue la voluntad del médico y sus familiares que a su deceso, las propiedades pasaran a manos de la Junta de Protección Social de Cartago.

Ante la actitud mostrada por la junta administradora, de querer restaurar el inmueble, Meléndez garantizó que "desde el Centro de Patrimonio estamos en la mejor disposición de asesorar y acompañar esta intervención para que mantenga las características que le dieron su valor como patrimonio histórico-arquitectónico”.

Causas del incendio

La investigación de la Unidad de Ingeniería de Bomberos determinó un día después del suceso, que el incendio se produjo por una falla en el sistema eléctrico ubicado en uno de los locales (restaurante) afectados por las llamas.

Allen Moya, jefe de la Unidad de Prevención e Investigación de Bomberos, dijo a La Nación que las fallas en los sistemas eléctricos son la principal causa de incendio en Costa Rica.

Hasta el 30 de setiembre, se contabilizaban 941 incendios en estructuras; pero de 105 investigados, 37 correspondieron a fallas en sistemas eléctricos.

Consultado sobre la causas del siniestro, Geovannie Fedullo, miembro de la junta que administra el inmueble -propiedad de la Junta de Protección Social de Cartago- dijo el miércoles en la mañana que aún no habían sido notificados oficialmente por Bomberos.

Sobre la estimación del costo de los posibles daños, informó de que todavía no se tenía esa información y que probablemente tomaría unas dos o tres semanas, para contar con el cálculo. Asimismo, aseguró que la edificación “tenía sus pólizas al día” y que procederán, según lo correspondiente.

El inmueble alberga un total de 18 locales y se comenzó a llamar Plaza Domo Central, luego de que en el 2009 se realizaran una serie de serie de modificaciones en la estructura.

Esto se hizo por medio de una inversión de unos ¢400 millones, que contó con el visto bueno del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.

Apoyo a la comunidad

Hasta este miércoles al medio día, el centro comercial se mantenía cerrado, según pudo constatar una corresponsal de La Nación.

Fedullo dijo que esperaba que entre este jueves y viernes, reabrieran los negocios que no fueron afectados por las llamas.

Los ingresos que se generan por la operación de la plaza se utilizan para el mantenimiento del edificio y para apoyar labores sociales. Por ejemplo, mencionó al Hogar de Ancianos de Cartago, el Hogar Nuestra Señora de la Esperanza y la Cruz Roja.

El alcalde cartaginés, Rolando Rodríguez, dijo sobre el incendio, que “Cartago como la ciudad histórica de nuestro país lamenta que uno de los inmuebles patrimoniales haya sido afectado; una de las visiones que tenemos como municipalidad es que se preserve el patrimonio tanto en lo público como en lo privado.

Aseguró que el gobierno local estaba “a la disposición de brindar nuestro apoyo para facilitar el proceso hasta donde la norma nos lo permita” y se sintieron sorprendidos por el hecho, “debido a que este inmueble fue restaurado recientemente, hace cerca de seis años; y cabe mencionar que en ese proceso cumplieron con los permisos respectivos por parte de la Municipalidad de Cartago”.

Colaboró la corresponsal Keyna Calderón.